Galaxy. [Nico Di Angelo]

Capitulo18.

Did you miss me?

—¿Donde esta Astral, Katherine?— dijo Nico, desenfundando su arma.

—¿Crees que puedes matarme con eso?— rió ella con burla, Nico se acerco tomándola del cuello, estampándola contra un árbol, para luego clavar su espada en su estomago.

—No. Pero se que te puedo herir, muy, muy mal— remató el sacando la espada del estómago del cuerpo de Astral.

—¿Verdaderamente la amas?— murmuró entre dientes, tratando de erguirse ignorando el dolor de su herida. —Déjame decirte que yo siempre seré tu primer y único amor, Nicolo Di Angelo— ella se acerco peligrosamente a el, cubierta de sangre dorada. —Lo se absolutamente todo de ti, y a mi no puedes engañarme— empujo a Nico haciendo que caiga al sucio suelo del bosque, Katherine se monto en el. —Mi dulce, inocente Nico— susurro ella sobre los labios de aquel chico.

—Katherine—susurro el, cerro sus ojos, mientras ella acariciaba su pecho. —Tengo que irme— quitándola de encima.

Dando espaldas a ella, fue a recoger su espada.

—¿Que? ¿No hay un besito de despedida?— Nico paro su paso y volteo a enfrentarla. —Vamos, besame o mátame. ¿Cual será, Nico? aunque ambos sabemos cual elegirás— retó ella segura de lo que decía.

El tiro su espada y se acerco a ella a paso rápido, y la beso, la beso como siempre lo había hecho, en esta vida y en las anteriores.

—El problema es, Katherine...— dijo el vez al separarse, sus respiraciones agitadas, sus manos en sus mejillas, la miro a los ojos y murmuro firmemente. —...es que te odio— el rostro de ella cambio radicalmente a una facción de resentimiento y tristeza.

Ella lo tomo del cuello y lo estampó en el mismo árbol que el lo había hecho con ella.

—¿Me odias, ah? Este es el comienzo de una historia de amor, Nico, no es el final de una— dijo ella apretando su agarre, dejando que sus grietas se apoderaran de sus ojos. —Pero recuerda que tan bien me conoces, Nico. ¿Quieres a Astral de vuelta? Bien, pero que no se te olvide, yo siempre dejo una marca...— lo libero haciendo que el caiga al piso en busca del aire perdido —Nos vemos, Nicolo— hizo una referencia con su vestido, el mismo que tenía en el día de los hongos.

Su cuerpo libero destellos, haciendo que Nico se esconda detrás del árbol.
Cuando los destellos cesaron, había una confundida Astral sentada en el piso. Nico salio de su escondite con su espada de un metro, doble filo, negra, en alto, apuntando hacia la diosa.

—¿Eres tu, Astral?— dijo el acercándose con cautela.

—Quien mas, Nico?— dijo ella con su ceño fruncido, claramente confundida. —¿Por que me apuntas? Baja el arma— murmuró.

—Pruébalo— su espada estaban rozando con el cuello de la diosa.

—Tu constelación favorita es Andromeda B— la diosa respondió a dudas con su cuello estirado hacia atrás, gracias a la espada del hijo de Hades.

—Lo siento, Astral— dijo el bajando la espada y ayudándola a levantarse.

—Necesitamos evitar...— el la interrumpio.

—No, aceptaremos las consecuencias, solo... salgamos de aquí— respondió el a lo que ella asintio desconfiada.