Capitulo24.

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Astral, tirada en el suelo de la proa, mirando las estrellas, con sus pies cruzados y su amado a su lado, ella lo miro observando su belleza, tanta belleza que es tan letal

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Astral, tirada en el suelo de la proa, mirando las estrellas, con sus pies cruzados y su amado a su lado, ella lo miro observando su belleza, tanta belleza que es tan letal.

—Desembarcamos en 2 horas chicos— dijo Leo, el pequeño latino inquieto que lanza llamas de sus manos.

—Gracias, Leo— sonrió Astral amablemente desde el suelo.

El muchacho tomo la mano de Astral, ella entrelazo sus dedos para mirarlo y sonreírle. El le beso la frente y coloco su cabeza sobre la de ella.

El chico frunció el ceño cuando escucho un pequeño gruñido, miro hacia Astral, que estaba profundamente dormida. El sonrió con ternura y se sentó a su lado. La tomo en brazos y fue hacia el interior de el barco.

Abrió la puerta con su pie, entrando al camarote de la chica, perdón, el camarote de ambos.
Recostó a Astral en un costado, le saco sus zapatillas y se saco las de el, se saco la remera y se acosto al lado de la chica, tapándolos con una manta, así no pasaban frío y así fue como pasaron las últimas 2 horas en el Argo II.

Galaxy. [Nico Di Angelo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora