Galaxy. [Nico Di Angelo]

Capitulo 35.

i win Mrs Di Angelo.

El toque de queda había comenzado, Katherine se encontraba yendo con una capucha, camuflándose entre los campistas, hacia la cabaña de Hades, de Plutón, donde se encontraba Nico.

Nico.

El amor de su vida. El había marcado una gran parte de ella, doppelgänger o no, se habría enamorado una y otra vez de el, habían pasado siglos de lo que había ocurrido entre ellos, y nunca había negado que lo que seguía sintiendo era real.

Nico también lo seguía haciendo, la seguía amando, ella lo sabia, pero estaba Astral, su ex-madre.

Era extraño, muy extraño, el chico que estas enamorada esta enamorado de ti y de tu ex-madre. Extraño.

Tomo valor y toco la puerta, se alejo un paso de ella. Abrieron dejando ver a una pelirroja de tez negra, ojos dorados, sonriente.

—Hola. ¿Está Nico?— pregunto ella metiendo las manos en sus bolsillos traseros.

—Si, esta en su habitación, pasa— invito ella amablemente, haciéndose a un lado para dejarla pasar. —¿Puede ser que nos conozcamos?— pregunto la chica antes de que Katherine se vaya a la habitación de Nico.

—No lo creo. Mi nombre es Katherine, Katherine Pierce— coloco una mano en su cintura, examinando a la chica.

—Soy Hazel, hija de plutón, hermana de Nico— dijo felizmente extendiendo su mano.

—Un gusto, Hazel— dio una sonrisa coqueta, antes de voltear e ir hacia la habitación de Nico.

Ella abrió la puerta de la habitación sin tocar, cama de dos plazas, tendida, pequeños muebles con fotos, fotos de muchas épocas, pero solo presto atención a una.

Era ella con Nico, Damon y Stefan. Si, ellos se conocían, eran primos lejanos, eran al rededor de 1900 y monedas cuando se tomo esa foto, se habían cruzado, los hermanos Salvatore con Nico y Katherine, era en un bar, el bar de Gloria.

Sonrió al ver que Nico conservaba esa foto.

Se acerco sigilosamente a la cama de un Nico dormido y se recostó en sus brazos cerrando sus ojos disfrutando. Disfrutando de los sueños de Nico. Esa era otra de las cualidades de venderle tu alma al diablo, podías meterte en la cabeza de los demás libremente.

—A que no me atrapa, señor Di Angelo— dijo corriendo Katherine, felizmente por el grande parque que tenia, tomando su vestido para que no se ensucie. —Yo gane, señor Di angelo. Quiero mi premio....