Galaxy. [Nico Di Angelo]

Capitulo 39.

i sold my soul for you!

-Oir la verdas luego de siglo y medio de negación debe ser...- busco la palabra correcta, mientras miraba el techo y jugaba con su collar. -...duro- dijo ella mirandolo, el no se habia inmutado de su lugar en todo este tiempo que habia transcurrido.

-No fue real. Recuerdo que me hipnotizaste- dijo el en negación jugando con sus manos.

-Solo lo hice cuando te dije la verdad de lo que era, de lo que me habia pasado. De alguna forma debia tranquilizarte- le contestó mientras seguia jugando con su collar.

-Bueno, los recuerdos que he tenido te ti, se han convertido en odio- siguio en lo suyo, concentrado en sus manos.

-Amor, odio. Una corta distancia- suspiro cansada.

-Asi que asi escapaste, ¿ah?- dijo Nico parándose. -Vendiendo a la gente que te habia acompañado por siglos, a toda tu supuesta familia, solo por salvarte- tomo asiento en la silla delante de ella.

-Sep, sin parpadear- retadoramente contesto Katherine.

-Entonces, cuando Kieran te libero, el queria algo a cambio, supongo- sus palabras expresaban odio, como veneno.

-Algo que queria desesperadamente- dijo ella negando.

-Mataste a 27 miembros de tu familia ¿solo para fingir tu muerte?- ella asintió cansada. Los ojos de Nico se volvian cristalinos cada vez que pasaban los minutos.

-Hasta que tu casi lo arruinas todo intentando salvarme- ella coloco su mano en su boca mordiendo sus uñas, sin saber como reaccionaria.

-¿Que?- dijo el mirándola a los ojos, en shock.

-¡No queria ser salvada- grito de repente haciendo que a Nico se le llenaran completamente los ojos de lagrimas

-Entonces vendi mi alma por nada. ¡Morí por nada!- grito al borde de las lágrimas.

-Moriste por amor, Nicolo Di angelo- dijo ella gritando mas fuerte acercandose a el, ella tambien con lagrimas en los ojos.

A ambos le dolia verlos asi, al borde del llanto, discutiendo, odiandose por fuera pero a la vez amandose por dentro.

(***)

-¿Vas a decir la verdad, o vamos a jugar a otro juego?- pregunto Nico merodeando por la habitacion con una estaca en la mano. Ella solto un grito irritada

-¿Que de todo lo que he dicho no haz escuchado?- contraataco ella enojada, harta de que no le crea. -Ya van 5 veces que voy contestando la misma estupida pregunta, al menos altera el orden- irritada movio las cadenas intentando zafarse.

-Bueno, que sean seis- contesto divertido Nico jugando con la estaca.

-Siempre consigo lo que quiero, Nico, y sabes que pagare cualquier precio por conseguirlo- segura de si misma, tomo la delantera Katherine. -Tengo una larga lista de nombre de mis victimas, no gastaría nada agregar un nombre mas- amenazó indirectamente a Nico.

-Vamos, por favor Katherine. Si quisieras a Astral muerta ya la hubieras matado- dijo Nico dandole la espalda.

-No me provoques, Nico, no me costaria nada entregarla a Zeus, para al fin conseguir mi libertad y lo sabes- Nico tomo la silla y la estampo contra la pared, se aceeco a ella y coloco la estaca cerca de su pecho.

Su corazón, esa era la manera de matarlos, una estaca y al corazon.
Delibero unos segundos dn matarla o no, Katherine estaba segura de que no, por algo lo provocaba, no la mataria, sabiendo que ella es la hija perdida de Astral.

Golpeo la pared haciendo que está se quiebre un poco.

-Creo que no me odias tanto como pensabas- se burló Katherine mientras
veia a Nico, volviendo a su puesto anterior. -No quiero que estés con Astral- dijo ella tensando su mandibula. -Si no te separas de ella matare a todos los que ella ama, empezando por sus hijos delante de sus ojos. Para luego matarla justo frente a ti- Nico la tomo del cuello y clavo la estaca en su corazon, solo rozandolo.

-Si crees que no te matare solo porque eres la hija de Astral, estas equivocada- murmuró entre dientes, enterrando poco a poco la estaca.

-Eres tan predecible, Nico.

Pateo su rodilla, haciendo que se quiebre, y el suelte una queja. Katherine lo tomo de la camiseta y lo empujó hacia atrás, el golpeó su espalda contra la pared que estaba al lado de la puerta.

Ella hizo sus brazos para adelante, rompiendo las sogas, se levantó y tomo la estaca con la que el la había amenazado. Se la clavo en la misma pierna que ella le rompió.

-He quemadome con verbena durante los últimos 145 años- se agacho hacia el, mientras Nico se quejaba. -Volví por ti, Nico. Nada podrá cambiar eso- dijo ella acercándose a el.

-Nico- se escucho afuera una voz exactamente igual que Katherine.

Ella sonrió mirando a la puerta, para luego sonreír mirando a Nico.
Y con una súper velocidad ya estaba al lado de su madre.