IV. VIDA Y MUERTE

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Damián me llevó a comer a mi restaurante favorito para celebrar el éxito de las ventas de mi segundo libro.
-Hoy comiste demasiado, no crees?
-No, es normal que coma tanto.
-Normal?, si tú que comas de por sí es raro y que comas de más ya es de preocuparse.
-Te digo que no, es perfectamente normal.
-A sí, por qué?
Lo cierto es que tres meses después de la boda dejé de cuidarme, a Damián le urgía tener hijos, a mí no tanto, temía compartir su amor con alguien más, egoísta de mi parte, pero su deseo de formar una familia me tentó y era hora de decirle que tenía un mes de embarazo.
-Bueno, pues tu sueño más deseado desde que nos casamos por fin se hizo realidad.
Sus ojos emanaron un brillo tan intenso que casi me deja ciega, se levantó rápidamente y me jaló para que yo también me parara y me pudiera abrazar. Me besó toda la cara y después se hincó para besarme el vientre.
-Voy a ser papá!
Las personas que estaban en el inmueble gritaron "felicidades", y sonreían, compartían la felicidad de ambos.
-Voy a ser papá! Voy a tener un hijo!
-O hija.
-Sí, lo que sea no importa, con que esté sano, lo importante es que voy a ser papá, te amo Aurora Romero, soy el hombre más feliz del mundo.
El administrador del restaurante nos regaló la comida, no permitió que pagáramos, era su regalo porque íbamos a  ser padres, no es que no cobrara cada que alguien se enterara de una noticia así, pero como eramos clientes especiales, nos concedió el no pagar la cuenta, además nos regaló un pastel, el favorito de Damián, pastel de café.
La casa que estaba construyendo mi papá ya estaba lista. Solo faltaba acomodar los muebles, pero como en este estado no podía subir y bajar escaleras, decidimos que acomodaríamos cuando naciera nuestra hija o hijo.

Tiempo después el doctor nos dijo que íbamos a tener una hija, ya tenía el nombre perfecto para la mejor hija del mundo. Amily.
Estaba en la sala leyéndole a mi hija la vida de Juana de Arco, quería que mi pequeña encontrara la valentía en uno de los mejores ejemplos, Juana una de mis ídolas.
-Buenas noches familia, cómo está la bebé más hermosa del mundo?-. Me besaba y acariciaba el ya enorme vientre, ya tenía seis meses y la panza no dejaba de crecer.
-Cómo te fue en el trabajo?
-Bien-. Su respuesta fue cortante.
-Quieres cenar?
-No gracias, ya cené, me voy a bañar para dormirme, estoy muy cansado.
Lo seguí hasta la recámara.
-Cenaste? En dónde, con quién?
-El Iván fue y llevo unos tacos.
Mentía, me encontraba cansada también, así que mejor me senté en la sala y me comí unas quesadillas con leche. Cuando Damián salió de bañarse estaba viendo la novela de las 10. Me dió un beso en el vientre y se fue a dormir.
Tomé un poco de agua y traté de calmarme, con el paso del embarazo Damián se veía y sentía más serio. Mi niña estaba dormida igual que su padre.
Cuando me fui a la cama Damián se volteó, "no quiere abrazarme, no quiere que duerma con él". Aún así me acosté. Cuando desperté ya se había ido al trabajo. Ya no dejaba notas, solo se iba, me estaba dejando de amar.
El resto del día me la pase encerrada leyendo. Mi madre me llamó pra ver si se me ofrecía algo, negué. No le podía decir a mi madre que mi matrimonio estaba fracasando. En la noche Damián llegó muy desesperado.
-Que te pasa?
-Nada.
Estaba en el cuarto metiendo ropa en una maleta, y en ratos tomaba su celular, marcaba un número, como no le contestaban lo aventaba a la cama y se enfurecía más y más.
-Por qué estás empacando, te vas de viaje?
Noté que estaba llorando. El embarazo me ponía más sensible de lo que ya era.
-Sí.
-Por qué o con quién?
-Me voy con Iván y deja de llorar que me desesperas más!
-A quién le estás marcando?
-A un cliente para confirmar la cita pero no contesta, ya deja de llorar!
Me agarró y me movió de una forma ofuscada, tomó agua y seguía queriendo comunicarse con alguien desde su celular. Lo único que pude hacer fue quedarme ahí tendida en el sillón y seguir llorando.
-Por qué llorar?!
-No sé por qué te vas, tienes una amante? Dime la verdad.
-Qué? No, deja de pensar esas cosas de mí.
-Es que no entiendo, cómo te vas así?-. No paraba mi llanto.
-Entiende que es un negocio muy importante, tengo que resolver un problema, no pienses cosas feas de mí.
Mientras me decía esas palabras, seguía acomodando su ropa, metiendo fajos de billetes en otra maleta más pequeña, y seguía marcando, y seguían sin contestarle y seguía aventando el celular a la cama.
-Por cuánto tiempo te vas? Y ese dinero? Lo robaste?
-No!-. Estaba nervioso, ansioso y cortante.
-Entonces?
-Deja de hacerme preguntas. Mejor ya me voy, no quiero aguantarte.
Se fue y no le importó si algo malo le había pasado a nuestra hija o a mí. Ahí me quedé llorando hasta que me quedé dormida de tantas lágrimas. Me despertó de un brinco el timbre de la casa, casi me desmayo cuando abrí la puerta.
-Iván, qué haces aquí?
-Está Damián?
-No, se supone que se fue de viaje contigo.
Me volteó la mirada, se puso nervioso.
-Sí, este, es que, yo tuve una bronca y pensé que me iba a esperar, pero bueno si no está no tengo nada que hacer aquí, así que me voy, cuídate, adiós.
-Adiós.
"Se fue con su amante", Damián me estaba engañando, y yo ni sabía que hacer. Sentía que la vida me estaba jugando una broma, una broma cruel que estaba acabando con mi alma.
No sabía que hacer, ni a donde ir, solo quería descubrir su mentira, no podía entender cómo es que un hombre puede sostener una mentira así, acaso piensa que la mujer es tonta y no se da cuenta de las cosas?
Pues son más estúpidos los hombres al pensar que la mujer le cree todas sus mentiras llenas de veneno.

EL DESTINO DEL VERDADERO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora