DRUG

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Una fría mañana de invierno el segundo mayor Sakamaki se encontraba mirado por la ventana mientras tomaba sorbo a sorbo un poco de su té, estaba muy estresado ya que hacía días que las cosas no le salían tan bien.

Su obstinación con volver de entre los muertos a su madre llegó a un punto culmine, pero había un detalle, nece-sitaba una infusión clave para ello.

Día tras día, intento tras intento y no había ni seña de que fuera a salir algo y para colmo de la situación su padre le encomendó al mayor del clan con-trario hablar con él sobre "Adán
y Eva"

El oji-magenta ya estaba bastante cansado de ese tema, su padre llevaba con ello muchos años y no llegaban a nada, sacrificio tras sacrificio pedía una charla entre los más "responsables" de los dos clanes. Supuestamnete esta vez será el último encuentro ya que la novia de sacrificio Komori Yui parece ser la persona que tanto buscaba el padre de los chicos.

Pasado el medio día el azabache miraba con recelo su infusión, su despacho era un completo desastre.

—¿Qué acabo de hacer?—se preguntó para sí mismo en voz
alta—Estoy con mis cinco sentidos a flote, ni loco tomo esto—dijo mientras sostenía el frasco con su mano derecha.

Aunque estaba más que claro a quién se lo daría, persona la cual poco o nada le interesaba su bienestar.

(...)

El segundo Mukami se encontraba algo perdido en los pasillos de la mansión del clan contrario, luego de que el menor de ellos lo dejara pasar.

Se entretuvo buscando la habitación del segundo mayor por bastante tiempo hasta que la encontró.

—Cinco minutos tarde, Mukami—dijo el segundo mayor.

—Si me hubieses entregado las indicaciones exactas—se defendió dejando a un lado su chaqueta, y pensar que fuera se está cayendo el cielo y dentro de aquella habitación había un ambiente la mar de cálido.

El oji-magenta no quiso acotar nada más ya que ello o entraría en una discusión y no estaba de humor para ese tipo de situación.

—Toma asiento, hay mucho de que hablar.

(...)

Las horas fueron pasando y los dos más responsables seguían con su charla amena, más o menos una hora atrás dejaron de tocar el tema "Adán
y Eva" así que empezaron a hablar
de su vida y aunque les cueste admitirlo, no eran tan diferentes después de todo.

—Si me disculpas, iré a preparar algo de té—acotó el azabache levantándose lentamente con una sonrisa en su rostro.

—Como desee—agregó en pelinegro.

Este último se quedó contemplando las gotas de agua desde el ventanal que conectaba el despacho de Reiji con el exterior, realmente le encantaban los días nublados.

El segundo Sakamaki no se quedaba atrás, aprovechando lo distraído que quedó el contrario, sacó de su bolsillo izquierdo la infusión, esperaba que funcione.No lo iba a negar, al mo-mento de entregar el té contem-
pló por unos segundos lo majestuoso
que son los días nublados.

Mientras tanto el mayor Mukami miró con recelo el fondo de su taza
de té, no le parecía común que de difumine el color tan característico
al té negro. Sin dudarlo mucho lo cambió rápidamente.

—Sencillamente hermoso—comentó el Sakamaki mientras volvía en sí luego de quedar maravillado con
el caer de las gotas de lluvia.

—Comparto tu punto de vista—respondió el contrario tomando
un sorbo de su té con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.

Compatible [One-Shots Reiki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora