Era una mañana muy tranquila en el santuario de Athena y un cangrejo muy alegre iba camino a la doceaba casa para molestar un rato a su mejor amigo el caballero de piscis.
-¡¡¡Alba-Chan!!! ¡¿¡Estas aqui!?!
-Manigoldo ya voy pero no grites.
-El peliazul no pudo creer lo que veia-jajajaja ¿ese es tu pijama?-Albafica se encontraba en un pijama de conejitos y no se habia dado cuenta que no se habia cambiado todabia.
-(mira su atuendo y se sonroja)
Etto...yo...-Jajaja.Te queda muy lindo.
-(Se sonroja todabia más)
-Jejeje-Se aserca de manera peligrosa sonriendo de lado.
Ma...mani...manigoldo ¿qué haces?
-(Se aserca hasta quedar a centimetros de la boca del otro)
-Manigoldo basta-Susurra girando el rostro.
-¿Sabes? Siempre he dicho que eres muy lindo.
-(Cierra los ojos)
-Jejeje(Lo besa).
-(Se congela un momento y acaba siguiendo el beso y rodeandole el cuello con sus brazos)
Cuando cortan el beso para respirar Albafica se recuesta en el ombro del peliazul y se quedan abrazados un rato hasta que manigoldo se separa para tomarlo del rostro y le comienza a acarisiar las mejillas.
-Albafica,yo te amo.
-(Se vuelve a sonrojar)- Y yo a ti.
-Jejeje.
-¿Qué pasa?
Nunca crei que tendria la oportunidad de decirtelo. Tenia miedo de que solo te alejaras y ya no me hablaras. Pero supuse que con ese pijama no correrias a ningun lado asi que no perdia nada intentando.
-Hay no,habia olvidado lo del pijama. Si me esperas hasta que me cambie hoy tenia ganas de dar un paseo.
-Ok,te espero corazón.