E L R E T O R N O D E L A H E R E D E R A P E R D I D A
"Estoy parada en las cenizas de quién solía ser"
P R E F A C I O
Entreabrió la puerta con cuidado, esperando no alertar a cualquiera que estuviera del otro lado; ahí, en el mundo místico de los humanos.Bajó la cabez aliviado. Al parecer era de noche y no había pistas de alguien en los alrededores. Entonces, con cuidado y con la ayuda de su poderoso hocico, rompió las sogas que mantenían atada a la pequeña bebé en su lomo.
La dejó en el suelo, esperando que la desgastada alfombra de la habitación le brindara el calor que necesitaba; en su pecho llevaba una carta que él había logrado conseguir. Se despidió de ella acercando su pata a su pecho para hacerle pequeños cariños. La bebé hizo ruidos de conformidad que le hizo sonreír.
Sus ojos soltaron una lágrima conforme cerraba lentamente las puertas del armario. Sabía que en manos del profesor estaría bien, que nada le pasaría, pero el corazón le decía que podría llegar a viejo sin poder verle la cara de nuevo. O al menos hasta que las cosas del otro lado se arreglaran.
Cerró el armario al mismo tiempo en que las puertas de la habitación se abrían con un portazo.
Kirke había entrado, sudoroso, con el cabello blanco revuelto y las ropas del pijama arrugadas. Todo estaba en silencio, el corazón del viejo Kirke latía como si acabara de recorrer todo Londres andando por sí sólo. El hecho de haber soñado con aquel curioso y para nada extraño león le había hecho salir de la cama con un salto y correr hasta la habitación del armario.
Un grito de asombro se escapó de sus labios mientras se acercaba a pasos lentos al pequeño visitante.
— ¡Madre mía!
Sus manos se vieron entumecidas al levantar a la bebé; una hermosa bebé.
Estaba envuelta en una sábana que poco podría hacer por ella en un día nevado. La acunó contra su pecho dándole calor mientras seguía observándola. El profesor se sorprendió al ver cómo con tan poca edad tenía bastante cabello, marrón y un poco alborotado casi cómo... la melena de un león.
En su pecho llevaba una pieza de pergamino doblada, lo que Kirke reconoció cómo una carta; con su mano libre deshizo los dobleces de ésta y leyó:
"Su nombre es Aurora.
Ya sabes que hacer en mi ausencia"
Aslan.
El viejo profesor Kirke suspiró para luego sonreír y tenderle un dedo a la pequeña del que se aferró con fuerza.
—Bienvenida a casa, Aurora
[Editado]
ESTÁS LEYENDO
Las Crónicas de Narnia: El Retorno de la Heredera Perdida
Fanfic"La Heredera Perdida llegará a Narnia y traerá a los Hijos de Adán y Eva consigo y no habrá poder maligno que pueda con ellos" |The Chronicles of Narnia: The Lion, the Witch and the Wardrobe | Contiene spoilers de El Sobrino del Mago