Las Crónicas de Narnia: El Retorno de la Heredera Perdida

II. Immature

[Immature]

—No hagan mucho caso al ama de llaves— Les recomendó Aurora conforme avanzaban por los pasillos. Todos los Pevensie iban con sus maletas a cuestas—Pueden hacer lo que gusten. No creo que al abuelo le moleste. Al fin y al cabo esta casa es lo suficientemente grande como para que el bullicio llegue hasta su pieza

Siguieron avanzando, Aurora siendo seguida por Susan, quien observaba maravillada todos los objetos que decoraban los corredores. Se detuvieron en una habitación abierta, en la que había dos enormes camas perfectamente ordenadas y limpias.

—Stella y Lucy pueden dormir aquí, claro, si no te molesta compartir— Aurora le sonrío, a lo que la pequeña Lucy le devolvió el gesto

—Por supuesto que no ¡Será divertido!

—Susan, tu puedes dormir conmigo— La pelinegra asintió con una sonrisa mientras los chicos aguardaban sus indicaciones—Ustedes dormirán en la siguiente habitación de este mismo pasillo

— ¿No puedo tener una habitación para mí sólo?

—Ed...— Advirtió Peter a su hermano quien llevaba una mueca de enfado en la cara. Aurora encogió los hombros

—No hay más habitaciones; el abuelo las utiliza para guardar cosas importantes

— ¿Cómo que cosas?

—No seas entrometido, Edmund

—Cierra la boca, Susan

—Bien, de acuerdo— Intervino Stella—Basta

Edmund rodó los ojos y Aurora pudo percibir como las blanquecinas mejillas de Stella se tornaban acaneladas. Peter carraspeó la garganta dejando su maleta junto a él.

—Lamento eso, estos niños a veces no saben cuándo parar

—Eres un tonto— gruñó Edmund cogiendo su maleta y dirigiéndose hasta la habitación que Aurora había indicado

—Está bien— dijo Susan al notar las caras de confusión de las chicas Kirke—Sólo debe acostumbrarse a esto

—Claro

Se quedaron callados esperando que alguno dijera algo coherente que los sacara del momento de incomodidad, pero a ninguno se le ocurrió nada bueno. Peter suspiró para luego tomar su maleta y dirigirles una mirada a las chicas.

—Supongo que debo instalarme cuanto antes— Bajó la cabeza haciendo una ligera reverencia—Y tratar de hablar con Edmund para que deje de comportarse como un loco

—Peter...

Pero él no pudo escuchar la advertencia de Susan pues había entrado a la pieza y cerrado la puerta tras él. Aurora se volvió hacia las Pevensie fingiendo una mueca de espanto.