RESIGNADA CON LA VIDA

EL RESTO DEL PRIMER DÍA DE INSTITUTO

Después de mates Mike me ha llevado a mi clase de historia y se ha ido a su clase de Lengua.

—Intenta no perderte durante el resto del día Emma —me dice —,nos vemos en la cafetería en la hora del almuerzo.

—Intentaré seguir tu consejo, pero no prometo nada —él se ríe —. Hasta luego —me despido con una sonrisa.

Entro en el aula y me siento al lado de la ventana, en la tercera fila. Empiezo a sacar los libros de mi mochila cuando una chica rubia se para delante mío.

—Hola —me saluda y levanto la cabeza para mirarla.

—Hola —le respondo. Como he dicho antes, es rubia(aunque estoy segura de que la mitad del pelo que tiene son extensiones), tiene unos ojos azules bastante bonitos y cinco quilos de maquillaje en la cara que no le sirven para disimular la cara de fastidio y asco que me dirige. Qué guay, una chica de la que puedo hacerme amiga (es sarcasmo, por si alguien no lo ha pillado).

—¿Eres nueva?

—Sí.

—Se nota, te has sentado en mi sitio, bonita.

Lo que me faltaba.

—¿Pone tu nombre en algún lado?

—Todo el mundo sabe que es mi sitio, no necesita nombre.

—¿Acaso has pagado por el sitio o algo así?

—No —me mira confusa —¿Por qué iba a pagar por un sitio?

—Para que fuese de tu propiedad quizá. Y como me has dicho que no la has pagado, no pienso moverme. Búscate otro asiento, bonita —le digo con una falsa sonrisa.

—Vas a acordarte de mí, estúpida.

—Pero si ni siquiera sé tu nombre, idiota.

—Ashley, no se te ocurra olvidarlo.

—Lo que tú digas. Ha llegado el profesor, deberías sentarte en algún sitio.

Ella se va frustrada a otro asiento, y la clase empieza. Me gusta la materia, pero este profesor es tan aburrido que consigue que no le preste ni una pizca de atención a su clase y empiece a mirar por la ventana. Hay chicos entrenando, parece que tienen gimnasia, pero creo que son mayores que yo.

Para cuando me quiero dar cuenta el timbre suena y me dirijo a clase de filosofía. Esta sí que es aburrida en cualquier sitio. Afortunadamente consigo llegar al aula con facilidad, y me siento en la última fila. Este colegio es muy raro, me acabo de dar cuenta de que en algunas clases los pupitres están colocados por parejas y en otras están colocados individualmente.

Extrañamente, la clase se me pasa volando, así que cuando acaba, me aseguro de seguir a todo el mundo. Supongo que irán a la cafetería.

Entro a la cafetería y me pongo en la cola para comprar el almuerzo. Después de pagar miró en todas las direcciones y visualizo a Mike en una mesa con una chica. Lo tengo de frente, pero no me ve porque está hablando muy animadamente así que decido sentarme en una mesa yo sola, pero no hay ninguna libre. Genial, qué suerte tengo. Sólo espero que Andrew no haya hecho muchos amigos y que venga a comer conmigo a cualquier mesa, pero no lo veo por ningún lado(soy una hermana horrible, lo sé).

Mientras yo pensaba en mis estúpidos planes Mike ha levantado la vista y me ha visto, así que ahora lo tengo saludándome con la mano y con una sonrisa pintada en la cara. Yo también sonrío, y decido acercarme a ellos.

—Hola Emma —me saluda Mike cuando llego a la mesa —. Ésta es Sadie. Sadie, ésta es Emma. Es nueva y viene de Texas.

—Encantada de conocerte Emma —me dice con una sonrisa.

—Igualmente Sadie —le devuelvo la sonrisa.

—¿De qué parte de Texas vienes?

—Vengo de Berryville, es un pueblo muy pequeño.

—Entonces Los Ángeles te parecerá enorme.

—Ya lo creo que sí.

—Por cierto me encantan tus ojos.

—Gracias Sadie, a mí me encanta tu pelo.

—Chicas, chicas. Por favor no os pongáis a hablar sobre ojos y pelos, me siento muy fuera de lugar —nos corta Mike —. Y si vais a empezar a ligar nada más conoceros, por favor esperad a que me cambie de mesa. Gracias.

Ambas reímos. Ahora que lo pienso, a mí también me gustan mis ojos. Son de color verde, y combinan bastante bien con mi pelo marrón que me llega hasta la mitad de la espalda y mi color de piel, soy bastante morena.

Sadie tiene los ojos marrones bastante claros, es bastante delgada y su pelo, o Dios su pelo, el color natural es negro, y tiene unas mechas azules que le quedan de muerte.

Mike tiene el pelo bastante corto pero con el flequillo un poco largo y de color negro. Tiene los ojos azules y es bastante paliducho, pero eso no quiere decir que no sea atractivo.

De repente entra por la puerta mi hermano charlando con cuatro chicos más, todos ellos guapísimos. Debí de haberlo imaginado, Andrew siempre hace amigos que están increíblemente buenos, vaya a donde vaya. No me extraña, mi hermano tampoco está nada mal.

—¿Has visto? —dice Sadie —Hay un chico nuevo entre ellos.

—¿Qué tienen de especial? —le pregunto.

—Básicamente son los chicos más populares de su curso, y muy populares en el colegio en general.

—Y el hecho de que haya un chico nuevo entre ellos lo hará que no se hable de otra cosa —se une Mike.

—¿Está mirando hacia aquí?¡Está mirando hacia aquí! —Sadie está demasiado emocionada.

—Claro que sí boba, es mi hermano mayor, cuando quieras te lo presento.

—¿Estás de broma?

—No Sadie, no estoy de broma, además, ya vienen.

—¿Conoces a alguien de aquí Andrew? —le pregunta uno de los chicos a mi hermano cuando están ya cerca de la mesa.

—Sí, la del pelo marrón es mi hermana, sólo pasaré a saludarla.

—Tu hermano me cae bien —me dice Mike a la oreja —. Parece un buen tío.

—Hola Emma —me saluda Andrew —¿Qué tal tu primer día?

—Bastante bien la verdad. Andrew estos son Mike y Sadie, mis amigos.

—¿Has hecho amigos ya?¿Tú?¿En tu primer día?

—Vete a la mierda hermanito.

Andrew se rió para después dirigirse a mis amigos con una sonrisa.

—Encantado chicos, no dejéis que os líe demasiado la cabeza.

—Encantada —dice Sadie con una sonrisa.

—Encantado Andrew —dice después Mike.

—Bueno enana, me tengo que ir, nos vemos después de clases.

—Claro hermanito, disfruta de la comida.

Andrew y sus amigos se van a otra mesa y nosotros comemos con normalidad.

Después me ha tocado aguantar otras tres clases más, pero en dos de ellas he estado con Sadie y en la última con Mike, así que no ha sido tan duro.

Ahora estoy en el autobús junto a Andrew y un amigo suyo, Frank. Ellos hablan de deportes mientras que yo miro por la ventana esperando ver mi casa de una vez. No es que Frank me caiga mal, es más, parece un buen chaval, pero simplemente no me siento cómoda hablando con mi hermano mientras que él está delante.

Al fin diviso nuestra casa y el autobús para. Andrew y yo bajamos después de despedirnos de Frank y entramos en casa.

—¿Qué tal el primer día chicos? —nos pregunta nuestra madre desde la cocina.

—Bastante bien mamá —le respondo mientras acaricio a Alan.

Andrew y yo decidimos ir a nuestras habitaciones para hacer los deberes y me llevo a Alan conmigo. Supongo que al terminar iré a verlo y a preguntarle sobre su día.