II-Bienvenida a la academia.

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*Escuchen la multimedia a la vez*

Subterráneo

—Bienvenida Lux, esperamos que esta sea tu nueva casa.—Dijo una voz frente a mí muy familiar.

—¿Tía Grace?—Miré asombrada y la abracé hacía años que no la veía. — Así que aquí es dónde trabajas, por eso mi madre me ha dejado tan tranquila.

Bueno, más que trabajar, soy la subdirectora y una de las fundadoras de esta academia.—Dijo y me quedé perpleja, no sabía nada de ello.—Pero bueno, no te quedes ahí, vamos te enseñaré tu habitación.

Pasamos por el sendero que había en medio de toda la maleza de árboles y plantas que había a la entrada del instituto hasta llegar al gran edificio de los dormitorios.

—Los cuartos son muy amplios con capacidad de cuatro personas. Tengo que advertirte de que al ser mitad de curso y a causa de tu forma de ser, te ha tocado unos compañeros de cuarto un poco peculiares. Son chicos, pero cómo esta escuela es mixta es normal. No son malos, sino que su forma de ser es un poco problemática, bueno ya lo descubrirás tú misma.—Dijo mi tía intentando que no me extrañara o pidiese otro cuarto, pero no sería tan mimada como para ello.—Esta es, la 1397 espero que éstes bien, cualquier cosa vienes a la oficina del director que allí estaré. Aquí tienes la llave.

Cogí la llave y abrí la puerta con los ojos cerrados. No podia creer lo grande que era la habitación, tenía una entrada en la que había un recibidor y seguidamente un gran salón sin puertas, un sofá rojo oscuro con forma vintage y una mesa de camilla se situaban al fondo.  A la derecha había un gran baño con la puerta abierta, la bañera era cuadrada y tenía hidromasaje, no podía creer cuanto dinero había aquí derrochado. A la izquierda estaba la cocina negra con detalles plateados, tenía horno y microondas y una nevera repleta de alimentos. Una barra como de un bar se situaba un poco retirada de la cocina con cuatro sillas, en una de ellas había un chico pelirrojo con ojos azules mirándome fijamente y... Ups.

Hola.— Dije temblorosa por su fría mirada.

—Eres la nueva ¿no? Luz o Lux o como se pronuncie.—Empezó a mirarme de arriba a abajo.

—Sí, Lux, aunque si te cuesta puedes llamarme L.—Dije encogiéndome de hombros y el chico rió hasta más no poder.

¿Qué te crees que estamos en Death Note? Chica, tampoco es tan difícil decir Lux.—Dijo y rió.

—¿También ves anime?— Dije sorprendida al ver que no era la única rara.

Claro, es muy divertido. Por cierto, mi nombre es Leonardo, pero puedes llamarme Leo.—Dijo y me sonrió mostrándome su piercing negro en el labio.

Encantada. ¿Entonces eres un Daemon?— Dije al recordar los nombres.

—¿Daemon? Jaja, hoy en día es más facil decir demonio, ¿no crees?—Dijo y asintió. — Lo soy. Y tu eres una maga, ¿verdad?

—En efecto.— Dije sonriéndo al poder escuchar por primera vez a alguien decir que soy y que no se extrañara o me tomase por loca.

—Bueno, cómo veras nuestra habitacion es muy grande, pero no creas que todas son así, la nuestra es así porque tanto yo como Kael somos de familias prestigiosas y como no nos soportan  estamos más alejados de todos y está insonorizada la habitación.—Dijo explicándome un poco

Leo calláte ya, que no me dejas dormir.— Una almohada voló rápidamente hasta Leo, pero el la cogió en el aire y se la devolvió a la persona que estaba tumbada en la cama de la derecha.

—Kael, si tienes tantas fuerzas es que ya estas despierto, anda y ven a saludar  a Lux.— Dijo miéntras le tiraba otra almohada a la cara.

Pff, te vas a enterar. Kael se levantó pero se quedó como paralizado.— Leo, ven. Tengo que hablar contigo.

Empezaron a susurrarse cosas, pero yo a penas podía escuchar algunas palabras sueltas como "yo la ví primero" "hermano" "te odio" vete al infierno" "vete al cielo" y mil cosas más sin sentido. Aproveché para seguir mirando la habitación, habían cuatro camas y cada una tenia un armario al lado de este, Kael estaba en una cama negra, había otra roja, otra azul y otra rosa, agh que asco, odio ese color.

—¿Cuál es mi cama? Dije mirándolos mientras me miraban de reojo.

¿Querrás la rosa no? La negra es de Kael y la mía es la roja.Dijo Leo a lo que yo rodeé los ojos.

Ni de coña, me quedo con la azul.Dije y me tiré literalmente en la cama soltando al fin la maleta

—Creo que nos llevaremos bien. Dijo Kael y reí.

Un sonido ensordecedor me despertó, ¿una alarma?

Que alguien apague ese objeto infernal por favor.—Dije al unísono de ¿Kael?

Me levanté y ví como Leo sacaba una pizza del horno.

Perdón, fue el temporizador, si queréis para compensaros podéis comer de mi pizza.—Dijo Leo y en microsegundos habíamos llegado a la barra.—Sí que tenéis hambre.— Reímos.

Aproveché para ver más detenidamente a Kael, iba con la camiseta descubierta y en la espalda tenía ¿tatuadas? Unas alas. Entonces es un ángel, aunque no lo parece, es morenito y tiene tanto los ojos como el pelo totalmente negros. Parecía cómo si debieran ser al revés, aunque también era raro que en sí se llevasen bien.

Y ¿Cómo es que os lleváis bien un ángel y un demonio? No es muy típico ver esta mezcla la verdad. Dije y empezaron a reir.

La verdad es que al principio nos llevábamos fatal, pero se ve que acabamos cogiéndo confianza. Aunque, también hay que decir que tu tampoco pareces la típica bruja. Dijo Kael. Por cierto mi nombre es Nelkael, pero dime Kael.

Pués la verdad es que no me gusta mucho seguir los estándares sociales por así decirlo. Cada uno debe hacer lo que quiera, no " las señoritas no deben hacer esto y aquello". Dije y ellos dos sonrieron.

Creo que me he enamorado.— Dijeron al unísono y empezamos a reír.

Tras las cena, nos volvimos a dormir, el día siguiente tendré que visitar el campus.

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No tenía pensado subir el capítulo tan seguido, pero debido a las largas peticiones de mis amigas aquí tenéis el 2 capítulo ¡espero que os guste! Aquí os dejo un poco de vocabulario:

Leonardo: es un demonio de tres cuernos y orejas de zorro. Es considerado el inspector general de los hechiceros y la magia negra. Ocupa pues, el sitio de gran maestro en el aquelarre. Pese a ser un personaje importante y poderoso, puede tomar la forma de un lebrel o un toro y se dice que es taciturno y melancólico.

Nelkael: Ayuda a los que tienen afán de aprender. Proporciona un conocimiento profundo y la capacidad de ponerse en la piel de los demás para conseguir una visión global de los problemas.

Just Disaster.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora