— ¡MAMÁ! — gritó Thomas en el asiento del acompañante— ¿A dónde vas?
— ¿Qué?
—Acabas de pasarte nuestra calle.
Camila suspiró. No le sorprendía. Desde que había salido de la casa de Lauren Jauregui, apenas había podido centrarse en lo que estaba haciendo. Casi se le olvidó darle a Gail el dinero a la salida del colegio.
Gracias a Dios que Gail no tenía tiempo para charlar. Camila no quería hablar con ella de cómo le había ido el día. Aún no había conseguido asimilar que Lauren Jauregui fuera Nicole Freeman. Ni que la hubiera invitado a ir a la cena de entrega de premios del día siguiente. Ni que ella estuviera seriamente tentada de aceptar.
Mientras Camila giraba en la rotonda, insistió para sí en que había hecho lo correcto al negarse a aceptar su invitación.
No era una idiota y sabía leer entre líneas. Lauren Jauregui, alias Nicole Freeman, era una mujeriega. Igual que su personaje, Hal Hunter. Su casa era el típico piso de una soltera, con piscina cubierta, jacuzzi y gimnasio privado. También tenía una enorme pantalla de plasma y un sistema de cine en casa frente a la cama, y una bañera con hidromasaje, suficientemente grande para dos, o incluso para tres, en el baño de la habitación.
Aparte de eso, no se le había escapado el comentario que hizo acerca de no casarse. Además, tenía que tener más de treinta años, pasada la edad en la que la mayoría de las mujeres se casan y forman una familia.
Estaba claro que su estilo de vida era el de una soltera sin complicaciones.
Y la Señorita Ligona no se conformaría con un besito platónico de despedida en la mejilla. Sólo le había dicho eso para que accediera a salir con ella. Desde luego, estaba claro que la había considerado un objetivo fácil en cuanto había sabido que era viuda.
Lauren no había sido la primera mujer en pedirle una cita, pero sí la primera a la que ella estaba tentada de decir que sí.
¿Por qué?, se preguntaba Camila una y otra vez mientras conducía hacia su casa.
Tenía que ser porque ella era su escritora favorita, pero sospechaba también que el pasar una noche de glamour en Sidney, resultaba un atractivo irresistible para una madre soltera de las afueras que no había ido a ningún lugar glamuroso desde hacía años. En la costa, todo era muy informal, y la gente no se vestía de forma elegante ni en Nochevieja.
A ella le encantaba ponerse elegante. Al menos, le había gustado cuando Shawn vivía.
El que le apeteciera aceptar la invitación de Lauren no tenía nada que ver con que lo encontrara físicamente atractiva, se dijo con firmeza. A ella le gustaban las mujeres delgadas y elegantes, con buenos modales y dulces ojos azules, no las mujeres poco femeninas, bruscas con rasgos duros y los ojos verdes más fríos que había visto nunca.
Camila recordó la sorpresa de Lauren al saber que ella no salía; era comprensible, pero pensó que ella había manejado bien la situación. Por supuesto, no le había dicho el motivo real por el que no quería tener citas, pero eso habría sido muy embarazoso.
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Princesa de hielo - (Adaptación Camren G!P)
FanfictionCamila Cabello es una joven de treinta años, viuda, madre y dueña de una empresa de limpieza. Totalmente centrada en su trabajo y su hijo, Camila huye de las relaciones y, especialmente, del sexo. Lauren Jauregui, una seductora escritora, llegará a...