El narcisista miró al más joven quien tenía la mirada puesta en un par de sujetos que intentaban colocarle una cola de burro a un tercer sujeto.
El pelinaranja sonrió un poco por la mueca de confusión del noruego.
—Mi nombre es Matt— llamó la atención del chico, éste arqueó un poco los labios.
—Soy Tord— Respondió sereno.
—¡Bienvenido a mi fortaleza Tord!— se hizo a un lado cediéndoles el paso a la enorme casa.
Lo que parecía ser la sala además de ser muy extensa estaba llena de universitarios que parecían intentaban bailar, un hedor inundó las fosas nasales de los nuevos invitados, aquel sitio estaba inundado de cerveza, ¡literalmente!, el suelo era un río de alcohol con vidrios y vómito. Estaba hecho un asco.
Había unas mesas con sillas en las esquinas del sitio, donde algunos ebrios dormían y los más nerds sólo leían intimidados. El sitio estaba lleno de luces coloridas parpadeando, la casa de Matt bien podría confundirse con un bar, la música electrónica sonaba a todo dar.
Se suponía que la fiesta se extendía al resto de la mansión también. No querrán imaginarse el resto de la casa.
Tanto el británico como el noruego se miraron al mismo tiempo con una mueca de asco.
— ¡Esto es horrible!— le susurró con reclamo al más alto
— No debí haberte traído aquí— murmuró mirando en shock el horrible ambiente al que había expuesto al chico.
—Cualquier cosa, ¡llámenme!— habló animado Matt, y un segundo más tarde un estruendoso sonido de vidrio rompiéndose hizo que el pecoso cambiara su mueca a una molesta —¡¡MALDICIÓN HARRY!, MIS PADRES VAN A MATARME!!— el ahora molesto chico se retiró para ir a arreglar otro problema.
— Esto es... un caos— comentó Ridgewell cruzando los brazos, volteó a ver al noruego.
— Están... Están peleando por una patata— apuntaba con el dedo índice a un par de borrachos con palas amenazando con golpearse el uno al otro.
— ¡Esto es demasiada violencia para ti!— tapó exageradamente con sus manos la vista del otro y lentamente se lo llevó a una de las mesas.
Se sentaron en una de las tablas. Al centro de la misma había algo de botana y arreglos florales con Hortensias y Claveles.
— Intenta ignorar este hostil ambiente— le comentó el británico con una sonrisa nerviosa al cornudo quien seguía mirando a los sujetos que ahora se agarraban a palazos.
—Eh... Voy por alcohol, ¿te traigo?— incómodo le preguntó al más joven, éste lo miró.
— Refresco, por favor, detesto el alcohol— le miró serio.
— Refresco, claro — sonrió y se dirigió al apartado de bebidas.
Tord siguió con la mirada al británico que se encaminaba evitando a los ebrios al estante de bebidas y cuando entre la multitud le perdió de vista, se dedicó a contemplar el resto de la casa de Matt. Miró con bastante atención los jarrones de barro. Eran preciosos, quizá reliquias incluso, con un montón de pintorescos detallitos coloreados a mano y un brillante acabo de barniz. Sintió una tremenda pena por el chico pelinaranja, debían ser tan costosos como para que unos insensatos universitarios los destrozaran como si basura se tratara.
Vio cómo una chica que se balanceaba por la cantidad de alcohol en sus venas tropezó con el mueble donde estaba posado uno de los jarrones y por el impacto, provocó que la costosa pieza callera y se quebrara apenas hubo contacto con el suelo, cientos de piezas se esparcieron y pronto se perdieron entre los fluidos que inundaban el sitio. Entonces el noruego miró con detenimiento el suelo:
ESTÁS LEYENDO
Te amo (TomTord) {Tom x Tord}
Fanfiction- Te amo. - comentó el de cabellos de piña mientras acariciaba las mejillas del más joven. - Esto es todo menos amor. - respondió el noruego con la vista perdida en el techo. ADVERTENCIAS/DISCLAIMER: * Los personajes que protagonizan la sigu...