Una noche clara, después de unas cuantas semanas, él la vio en la calle.
La alegría se había esfumado del rostro de la joven.
Quedaba una chica que sobre los hombros llevaba el peso de un matrimonio forzado.
Si él la hubiese visto feliz, se habría obligado a olvidar, se habría obligado a alejarse con el corazón roto pero con el alivio de saber que ella era feliz.
Pero verla triste lo hizo correr instintivamente hacia ella.
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¿Estaremos Juntos?
Short StoryCuando el profesor Catriel entró aquel día por la puerta, tal vez habría sido mejor que Ania no lo hubiera mirado y tal vez habría sido lo correcto que él no se percatara de la presencia de la joven. Pero el destino es caprichoso. Y siendo el joven...