Capítulo 5

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¿Qué pasó ayer?


La fiesta estaba en su apogeo, todos incluyéndome, estábamos en la pista de baile, sacudiendo todo nuestro cuerpo como si nuestras vidas dependieran de eso, el trago caía sobre nosotros como lluvia, la espuma caía de igual manera. Llegó un momento en que necesitaba ir al baño y tuve que dejar mi diversión de lado porque si me quedaba un segundo más iba a ocurrir un accidente muy grande y vergonzoso, empujaba a la gente para que me dejen pasar porque la pipi se me salía hasta que por fin pude salir de esa jungla e ir a mi destino.

En las fiestas de Eric había de todo y cuando digo todo era todo, los baños del primer piso estaba completamente llenos y sucios, está bien estoy borracha pero no tanto como para orinar encima de vómito, subí al segundo piso y me fui al baño que quedaba al fondo del pasillo, entre y me dispuse a hacer mis necesidades, cuando estaba por terminar la puerta se abre de golpe.

-Con permiso.- mis ojos se abrieron como platos y la persona se dispuso a orinar en la bañera

-Hey yo llegue primero.- dije molesta tratando de no ver como la persona de descargaba

-Disculpa linda pero no pude aguantar.- hablo la persona volteandose para verme, me quedé sorprendida.- Veo que el destino nos quiere ver juntos.

-Mathías.- dije por primera vez nerviosa, veía como él me miraba de manera lujuriosa de arriba abajo, voltee para ver mi reflejo en el gran espejo que había frente de mí, empecé a escanear mi vestimenta y pare en la parte de mis piernas, mi falda estaba tan arriba que si mirabas fijamente podrías ver mi ropa interior, como acto seguido baje mi falda rápidamente y sonrojandome como acto segundo.

¿QUE RAYOS ME PASA? Nunca en mi vida un hombre había logrado eso, bueno Nicolás .

-Veo que te estas divirtiendo mucho, eres muy buena bailando, me gusta.- sentí su voz más cerca, levanté mi vista y lo veo enfrente de mí, me puse firme y coqueta.

-Gracias.- dije haciendo que mis labios se curven formando una sonrisa.- Ahora si me permites me tengo ir.- dije haciendo a un lado con mi brazo, el cual fue sostenido por su mano.

-Te olvidas de algo.- sentí sus labios juntarse con los míos 

-Ahora si, sigue disfrutando.- dijo abriendome la puerta, salí de mis pensamientos y salí.

Salí un poco nerviosa por la escenita que había tenido con Mathías pero luego se me pasó instantáneamente cuando un  castaño, alto, fornido de ojos penetrantes y sonrisa compradora se acercó a mi.

Un ¿Bailas linda?, me cautivó como negarme si estaba hecho un bombom .

Mi cuerpo se movía por sí solo al ritmo de la música junto al cuerpo del castaño el cual se apoderó de mis caderas para estar más cerca, su respiración agitada se sentía en mi cuello haciéndome sentir corrientes eléctricas cada vez que acercaba su rostro para depositar pequeños y castos besos en mi cuello.

Sus grandes manos tomaron mi cintura haciendo mi cuerpo girar quedando ambos frente a frente, nuestras miradas se conectaron y sonrisas seductoras brotaron de nuestros labios, cuando estábamos a centímetros de juntar nuestras bocas el rostro de Mathías Harrison apareció en la la cara del haciendo que me soltara bruscamente del agarre del castaño.

-¿Estás bien linda?.- dijo este consternado, negué varias veces y levante mi mirada encontrándome otra vez con esos ojos marrones.

-Si tranquilo, so.. solo.- traté de hablar pero el castaño al no escucharse bien se acerco.- un pequeño recuerdo.- susurre

EL SIGNIFICADO DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora