Capítulo 1

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Capítulo reescrito. Leer.


¨Buena Amistad¨

Mi postura recta, mi pie pegado al acelerador, mi mano izquierda en el timón y la derecha en la palanca de cambio moviéndose ágilmente a cada movimiento de mi extremidad y la mirada pegada en la pista; así era mi posición en estos momentos, mi concentración estaba al 110%, quería ganar esta carrera y nada ni nadie iba a impedir que lo hiciera. En mi mente solo estaba llegar al final de la carrera ganadora con todas las persona gritando mi nombre y felicitándome por haber conseguido mi objetivo.

Mis pupilas dilataron al ver como un idiota se metía en camino tratando de impedir que llegue al final de la carrera, acción que casi consigue al hacer que pierda el control del auto y que el miedo corra como electricidad por todo mi cuerpo. Logré controlar el auto con mucha agilidad—tener de instructor a Ramiro tiene sus ventajas—consigo adentrarme nuevamente en la carrera y pasar al inepto que causó mi pequeño desliz de hace unos minutos. Presiono lo más que puedo el acelerador  y mi mano derecha mueve con agilidad la palanca de cambio a cuarta y lo que pasa luego es historia.

-Aylen, nuestra corredora de oro, ¡Felicidades!—dice Ramiro por el micrófono alertando a todas las personas por mi triunfo. Todos se acercaron a felicitarme y a decirme lo bien que lo había hecho, no pudo faltar la felicitación de Nick y Thama, personas muy importantes para mi. Mi mirada vuela a la de Rubén—quien me cohibe con mirar seco y lleno de odio—lo ignoro y me uno a las personas que están a mi alrededor

Luego de toda la ronda de felicitaciones, nos dirigimos a la fiesta que siempre se dan luego de la carrera, cosa que me encanta porque amo celebrar mis triunfos y con las personas que amo, a mis diecinueve años considero que soy una chica muy independiente, inteligente y muy fuerte, las carreras son muy importantes para mi, desde que Ramiro me invitó a participara y Máximo me enseñó todo lo que sé, es una parte de mí.

La música estaba a todo volumen, las persona cantaba al son de la canción que ahora con su fuerte melodía inundaba toda la habitación—y yo no era la excusa—todos bailaban y disfrutaban de la noche haciendo que la diversión fuera única. Poco a poco el alcohol fue haciendo efecto y mi cuerpo empezó a notar sus efectos.

Mi caderas se movían como si no hubiera mañana,la sensación de la música en mis oídos era espectacular y hacía que mi cuerpo se desencadene, no fue que salí de mi transe hasta que sentí unas manos posarse en mis caderas, me sobresalte al tacto y giré para conocer al dueño de esas manos y de la cara que me estaba preparando golpear. Al voltear mi brazo ya viajaba a su mejilla pero su reflejos fueron más rápidos que los míos y detuvo mi mano antes de que llegue a su rostro.

-Tranquila—dijo este cerca de mi oído

-Aléjate, idiota—dije empujando su cuerpo lejos del mío pero este nose quitaba

-Solo quiero bailar, vamos nena, baila conmigo—sus manos viajan a mis curvas y las estruja como si de una masa se tratase. Mis intentos de estar lejos de esa masa de músculos eran inútiles, mis golpes igual hasta que siento como alejan de un tirón al hombre, miró al dueño de tal acción y me quedo sorprendida.

-Dijo que la sueltes— dice el hombre que me salvó, él desubicado lo mira directamente a los ojos y pone su puño en movimiento pero este lo esquiva y le da el golpe que el otro no le pudo dar, así se inicia una pelea la cual termina en empate según yo porque logran separarlos. Busco con la mirada a mi salvador y lo encuentro sentado en una banca del jardín y le pregunto por su estado—vaya pregunta Camille—este me mira y esboza una sonrisa hermosamente blanca.

EL SIGNIFICADO DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora