Desperté muy temprano a la mañana siguiente 6 en punto.
Me bañe tome mi desayuno y luego cambie la benda de mi muñeca.
Los cortes habían sido muy profundos, cada vez que lo observaba la ira crecía dentro de mi por lo que me habían echo.
Uno no puede volver al pasado, pero si pudiera, volvería a todas esas veces que me habia lastimado para cambiar las cosas.
Mire la hora 7:50, tenia 30 minutos exactamente para llegar al colegio.
Tome mi mochila y salí directo hacia el colegio.
Iba caminando tranquilamente cuando un auto a mi derecha para, no le di importancia y seguí caminando, luego escucho que gritan mi nombre, me doy vuelta y una sonrisa que intenté ocultar apareció en mi rostro.
"Ei, vas a algún lado?" pregunta Sebastián apoyándose con los brazos cruzados en su automovil.
Llevaba una remera pegada al cuerpo que dejaba ver cada parte de su tonificado cuerpo, mordi mi labio inconsientemente.
"Si" le digo volviendo a mirarlo a él.
"Quieres que te lleve?" pregunto abriendo la puerta del copiloto para que yo entre.
"No, puedo caminar" dije y pase junto a su lado ignorandolo por completo.
Si creía que con llevarme al colegio estaba todo perdonado, estaba muy equivocado.
Escuche la alarma de su auto y vi como se posicionaba a mi derecha, a sólo unos pocos centímetros de distancia.
Lo ignore por completo todo el camino, cada tanto intentaba crear una conversación, pero yo sólo le respondía "Si" "No" y "No me importa".
No iba a dejarsela fácil, y creo que ya se había dado cuenta de eso.
Llegamos al colegio, me acompañó hasta mi casillero y luego a mi clase de Español.
La clase transcurrió normal, aburridamente normal.
Sonó el timbre de cambio de hora, tome mis cosas y salí del aula para dirigirme a mi clase de Historia.
Camine unos metros y un brazo se posicionó alrededor de mis hombros.
Ese aroma era inconfundible, tome su brazo y lo aparte.
"En estos momentos te estoy etiquetando como acosador" le dije sin mirarlo. El río.
"No soy un acosador, sólo te estoy acompañando a tus clases" dijo Sebastián, pare en la puerta donde tenía mi clase de Historia, lo enfrente.
"Todavía te quedan muchas cosas por hacer" le dije, el sonrió y acaricio mi mejilla, su tacto envió suaves descargas por mi cuerpo.
No quería que se apartara pero debí de recordarme que no debía ser tan flexible.
"Lo se" dejó caer su mano a un costado y me miro por unos segundos.
"Vendré a buscarte para el almuerzo" beso mi mejilla y se fue.
Mi corazón latía rápidamente, y mi estómago cosquillieaba por las mariposas mientras lo veía alejarse.
Me esta volviendo loca, pensé.
Sentí las horas ir tan lento que pensé que saldría corriendo en cualquier momento.
Unos minutos después el sagrado timbre que indicaba el almuerzo se hizo escuchar, guarde mis cosas y me dirigí a mi casillero.
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"Help Me"
Aléatoire"Después de la tormenta siempre sale el Sol" Tenia esa frase escrita en su cuaderno. Esa frase le recordaba que en algun momento iba a dejar de sufrir, de llorar por las noches, que ya no tendria que lastimarse a si misma por sus problemas... o eso...