Cap 10. El error

17 2 0
                                    

Al leer aquella carta y sin darme cuenta mis mejillas estaban empapadas de lágrimas, hacia años que no veía su nombre, Jane, mi querida hermana, antes de Landón había otro rey, pero el padre destruyó toda la ciudad hasta que le rogamos clemencia. Años comiéndome la cabeza desde aquel día, aquel día que toda mi vida dio un vuelco

*FLASBACK*

¡Papa!

Mi padre yacía en el suelo con su cabeza empapada de sangre a la vez que el suelo. Mis manos pequeñas estaban tintadas de rojo a la vez que estaba en el suelo abrazando a mi padre: Papa, no te mueras por favor. El solo abrió sus ojos verdosos, iguales que los míos y me dedicó sus últimas palabras: Hijo, aunque solo tengas 12 años por favor, prométeme que cuidaras de tu madre y de tu hermana, se fuerte. De mis ojos solo caían lágrimas cristalinas. Mi padre no pudo hablar más porque su cabeza no se volvió a mover y sus ojos se volvieron oscuros. Entonces se abrió la puerta de golpe y pude distinguir unas botas llenas de pinchos y de plata, sentí una mano cogerme del extremo de mi camisa y elevarme al aire, pude ver la cara, eran los caballeros de aquel dictador que había saqueado la ciudad, uno de ellos me dirigió una mirada mortífera: Creía que ya habíamos matado a todos de aquí. Al oír esas palabras me solté de su agarre y fui directo al piso de arriba. Abrí la puerta de golpe y cerré con pestillo, no podía ser, mi madre y mi hermana yacían en la habitación de pié y temblando. Se empezaron a oír pasos, mamá me dio una señal para que me acercara y abrazarla. Antes de que entraran mamá me escondió debajo de la cama e intentó hacer que mi hermana de 10 años también, pero en ese momento entraron, mamá no quería delatarme a si que escondió a Jane detrás suya, los soldados la jalaron del pelo y la clavaron la espada en su pecho. Mi dolor era incurable, aquellas imágenes no podían ser vistas por un niño de doce años, mamá calló pálida al suelo, mientras que a mi hermana se la llevaron del brazo.

*FIN DEL FLASBACK*

Llevo años cargándome con la culpa desde ese día, cuando creía que mataron a toda mi familia me hice una casa aislada de la civilización. Dos años después de aquel día recibí un telegrama que decía que si no hacía lo que el príncipe Landon quería mataría finalmente a mi hermana. Sin pensar lo que iba a hacer mi mano cogió el cuchillo de la mesa y lo levantó. Me dirigí al porche, donde yacía Layla de espaldas leyendo un libro. Sin pensarlo levanté el cuchillo a la altura de mi cara. Entonces ella se dio la vuelta, en cuanto me vio con mi cara llena de lágrimas y el cuchillo en dirección a ella intentó salir corriendo pero la agarré del brazo: Lo siento… Repetía una y otra vez, mis brazos no me respondían, ella estalló en lágrimas: ¿Que te pasa? Nick, suéltame. Cada vez acercaba más el cuchillo a ella hasta que, ya tomé conciencia de lo que estaba sucediendo, Landon quería volverme contra mí. Solté su brazo y ella salió corriendo en dirección al lago. Mi cerebro cogió conciencia, pero ¿Que he hecho? Soy un monstruo, ¿como podía matar a la única persona que he amado de verdad? Mi cuerpo ya no podía el suspense y fui tras ella, volví otra vez a llorar, pero esta vez era por ella. Corría y corría sin parar hasta que oí unos gritos…

¡Esto es más que amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora