El destino te mando a mi lado (Farrés x Sucrette)

Capítulo 1: Mi sirvienta

(Farrés)

- Otro cero...así Castiel reprobará y recién vamos al principio de curso- dije un poco fatigado. Soy Farrés, tengo 25 años y soy profesor de Historia del Instituto "Sweet Amoris", llevó enseñando aquí desde hace un año y me llevó bien con todos mis compañeros de trabajo.

-¡Señor Farrés! ¡¿Pero qué hace aquí usted?! No debería estar en su casa con su familia- dijo la Directora entrando a la sala de profesores.

-Ah gracias Directora, pero tenía mucho trabajo, falté dos días, no podía seguir haciéndolo 

-Pero igual, bueno...le doy mis condolencias..nos vemos- asentí, hace dos días perdí a mis padres y bueno ellos eran unas personas muy amables, ahora que no están estoy más ocupado que nunca, ¿Por qué?, con mi hermano mayor hemos heredado toda su fortuna, él se encarga de la empresa por una parte y por otra, él heredó una mansión y yo otra y así...estoy cansado.

-¡Farrés! ¡Qué sorpresa hombre!- dijo el Señor Boris

-No me esperabas

-Nos vimos ayer en el entierro y pensé que no vendrías

-Aquí estoy

-Ya me di cuenta- reímos, él a pesar de ser tres años mayor que yo éramos muy buenos colegas- ¿Cómo lo llevas?

-Pues ahí, ya estaban enfermos así que era comprensible, mi hermano es él que está mas afectado pero está con su familia así que él tiene apoyo por ese lado

-Y ¿tú?

-Yo...pues...estoy bien, bueno no me siento tan bien pero...tú me entiendes

-Si, pero no crees que deberías estar con ellos

-No, ¿Para qué?, es lo que me diferencia de mi hermano, yo no necesito a nadie, ya soy un adulto

-Si pero igual...bueno...cambiando de tema ¿Cuándo me invitarás a esa mansión tuya?

-Ni me la recuerdes, estoy pensando en venderla 

-¡ESTÁS LOCO!, es una cazota, no la vendas

-Tú sabes lo que es limpiar y tener que arreglar toda esa casa yo solo, es un fastidio

-Me lo imagino, aunque ¡Es una cazota!,  ¿Por qué no contratas a una ama de llaves?

-No, eso es peor, me gusta vivir solo y si contrataría a una sería como tener a una nana.

-Déjame a mí, yo te consigo una

-Gracias, pero así estoy bien, ahora ¿me disculpas?, tengo que terminar de revisar los exámenes de los alumnos

-Muchos reprobados

-No, solo uno

-Castiel- asentí- ¡JA! Suerte- él salió y yo seguí revisando.

Llegué a mi casa después de trabajar tanto y la casa estaba toda sucia.

-¡Woff!

-Hola Sam- saludé a mi perro que venía a saludarme- Bien a limpiar esto- estuve limpiando uno hora entera y ni siquera acababa, ya tenía hambre

-No pensé en hacer esto, pero no tengo elección- llamé a Boris

-¿Farrés?

-Ah...Boris...creo que si necesitaré un ama de llaves

-Ya sabía...ella estará en camino

-¿Qué?

-Si, ya debe de llegar

-Pero...¿Có

-El primer día que vi tu mansión supe que necesitarías de una ama de llaves, así que empecé a buscar una desde entonces- dijo él

-Serás...bueno gracias...eres un buen amigo

-No me las de, cuando llegué tratala bien

-Hai hai...adiós- colgué, fui a mi oficina y me puse a trabajar, cuando tocaron el timbre.

-Seguro es ella- dije y bajé las escaleras, cuando abrí la puerta me encontré a una chica muy joven delante de mí.

-Perdona pero...¿Quién eres?- ella me hizo una reverencia

-Me llama Sucrette, es un placer servirle Señor Farrés- ¿Qué?

-Tú...eres...

-Seré su nueva ama de llaves- sonrío ella, la vi de pies a cabeza, era muy joven, no menos de diecisiete años.

¿Ella será mi sirvienta?