Capítulo 32: Amor prohibido

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(Farrés)

Ha pasado una semana y Sucrette ha estado un poco distante conmigo, ya no hablamos como antes, solo se dedica a terminar sus deberes y se va a su habitación

- ¿La adolescencia?- dijo Boris a mi lado

- No creo, algo le pasa a Sucrette y no me quiere decir

- ¿Le has hecho algo? 

- No... no

- Farrés- insistía él

- Ella ha estado como siempre, hasta después de la actuación que es cuando comenzó a evitarme de cierta manera

- Bueno pues, mañana es su cumpleaños así que podrías darle algo

- ¿Qué? ¿Mañana?

- Amigo andas en las nubes ¿no?, ni siquiera le preguntas cuando es el cumpleaños de la persona que vive bajo el mismo techo que tú- Boris cogió su silbato- Iré a mi siguiente clase, piensa en qué le darás a Sucrette

- Pero...

- Farrés, ya no eres un niño, piensa en ella y en sus sentimientos, Sucrette te estima mucho y está contigo cuando más necesitabas un consejo... además, soy testigo de que has cambiado un poco desde que ella llegó a tu vida

- ¿En serio?

- Si, te has vuelto menos centrado en ti y ahora piensas en los demás; antes no querías hablar con nadie, eras un adulto cerrado que solo vivía porque tenía que hacerlo- río él

- Gracias- dije sarcástico

- Es la verdad, como que demuestras más expresiones y ya no eres tan frío, eso es gracias a Sucrette, ella ha ablandado tu corazón

- No lo niego... es tal vez por eso que ella no me hable como antes me preocupa un poco

- Bueno, tienes mañana para enmedar el "error" que cometiste, y no ser más me voy tengo que hacer que esos chicos se desmayen - reí

- Gracias Boris

- De nada, ya sabes ah- cerró la puerta y quedé solo en toda la sala; pensaba en lo que podría hacer para que Sucrette volviera a sonreír

- De nada, ya sabes ah- cerró la puerta y quedé solo en toda la sala; pensaba en lo que podría hacer para que Sucrette volviera a sonreír

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- Si no sonríes yo... no no puedo ser feliz.

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(Rosa)

El profesor Boris salió y lo esperamos afuera

- Listo muchachos, se lo dejo en sus manos- sonrío

- Gracias profesor, de verdad- dije

- Denada- nos dimos un apretón de manos, ese día que estábamos hablando sobre el plan, él nos escuchó y no objetó para formar parte de este- Los veo en la cancha

El destino te mando a mi lado (Farrés x Sucrette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora