5

207 16 2
                                    

Salían del restaurant en donde habían ido a cenar con un amigo de él, se llamaba Hoseok, pero como eras amiga de su amigo de la infancia te dejaba decirle Hobi, era muy simpático, siempre haciendo bromas.

Nunca habías visto a Yoongi reír tanto como esa noche, su amigo sabía cómo arrancarle carcajadas y cada vez que lo hacía el lugar se iluminaba por completo, su risa era tan pura y natural que parecía un niño.

Hobi era profesor de baile y gimnasia. Le recomendó a Yoongi que de una vez por todas fuera a tomar alguna de sus clases, que no le vendría nada mal, mientras que con su dedo índice le picaba la panza, pero no creías que él lo necesitara, tenía un cuerpo tremendamente sexy sin necesidad de tonificar sus músculos.

Durante toda la noche se dedicaron miradas sutiles e hicieron comentarios que dejaban algo confundido a Hobi, hasta que con una traviesa sonrisa dedicada a Yoongi preguntó.

– ¿Hay algo que no me hayas contado? - Por primera vez desde que lo conocías, lo viste ruborizarse y te sorprendiste al darte cuenta de que a cada momento te hacía sentir nuevas emociones.

-No se dé qué estás hablando. - Le respondió con enfado, pero sabías que en verdad estaba avergonzado. Y Hobi entendió su mensaje porque no volvió a tocar el tema, pero sabías que más tarde hablaría con él en privado.

La velada había sido muy divertida y ahora se encontraban caminando bajo las gotas del rocío primaveral hasta tu casa. Tu cabeza daba algunas vueltas por el delicioso vino que habías estado bebiendo durante la cena, pero caminabas perfectamente sobre los altos tacones, color oro antiguo, que llevabas puestos.

-Tu amigo es muy amistoso, deberíamos salir más seguido con él. - Dijiste para que el silencio no los distanciara.

-Quizás, parece que le caíste bien. - Lo oíste decir con lo que te parecía un poco de orgullo en su vos, sonreíste al instante

-¿A quién podría caerle mal? Soy única en mi especie, estoy en extinción.

Se encontraban de pie en el porche de tu casa y tal vez fue por el efecto que el vino tenía en ti que decidiste estampar tus labios en los suyos, desde aquella vez en la que cometiste el mismo delito que estabas llevando a cabo en ese momento, no degustabas el sabor de sus labios, y aunque robar un beso no fuera un delito penado por la ley, luego de ese día te sentiste presa de tus propios sentimientos, pero no estaba en tus planes hacer una confesión cursi ni nada por el estilo, simplemente no era lo tuyo. Al tiempo que liberaste sus labios lo oíste decir.

-Mejoraste mucho tu técnica delictiva.

Le dedicaste una sonrisa provocativa y te despediste, pero sentiste que sus manos se posaban en tus caderas y te giraban fuertemente.

-¿Qué? ¿Quieres más de eso? Ya sé que soy demasiado buena y no puedes seguir resistiéndote, pero no pienso alegrar más tu noche. - Te reías interiormente por esas palabras que habías dicho sin pensar, ¡Por Dios! El vino hacia estragos con tu cerebro.

-Si tan solo fueras la mitad de humilde... - Lo escuchaste decir por lo bajo, el efecto del vino se desvaneció por completo.

-Si no te gusta como soy entonces no sé qué haces acá. - Dijiste con completo enfado, intentando alejarlo de ti, pero él te tomo más firmemente de la cadera y te acorraló contra tu puerta, todo se detuvo, menos tu corazón

-No me gusta que la gente escuche la mitad de las cosas, cuando empiezo una frase deberías escucharla hasta el final. - No podías decir ni pensar nada, salía fuego de sus ojos, jamás lo habías visto de esa forma, miró a un lado y supiste que intentaba decirte algo, pero no encontraba las palabras. -Me rindo, ya no puedo ignorar esto, ya no quiero hacer de cuenta que lo que sentimos es un juego, cuando ambos sabemos que no es así, pero pareciera que no quieres reconocerlo. – dejo escapar un largo suspiro. - Siento que estoy balanceándome en lo alto de algo que no conozco y tengo miedo de caer. - Seguía sin mirarte y tú no sabías que decir.

-Estoy balanceándome junto a ti, si tú caes, entonces caeremos juntos. - Ya no podías seguir ocultándolo, te habías enamorado de él. Te dejaste caer sobre su cuerpo, le rodeaste la cintura con tus brazos y sentiste como él reposo su barbilla en tu cabeza.

-No nos permitamos caer. - Lo oíste decir, casi en un susurro. 

Sólo si eso es lo que quieres {Yoongi x Tu} Terminada ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora