Capítulo 1.

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Estaba entrando en mi nueva instituto, otra vez, como lo hacía cada vez que me cambiaba de país, ciudad, continente, pueblo. No conocía a nadie, como siempre, y no conocería, tampoco.

Algo me llamó la atención. Un chico. Sólo lo vi por atrás, pero me resultaba realmente peculiar.

Comencé a llamarlo diciéndole "chico", pero no me prestaba atención. Estaba teniendo miedo de éste y de las personas que lo rodeaban. También me resultaba muy extraña mi actitud: yo nunca llamaba a gritos a nadie, y menos a un chico que se le notaba ser muy popular...

En ese momento, me desperté. La alarma que había puesto ayer por la noche cumplió su objetivo: despertarme al otro día a las 6:45 de la mañana.

No había dormido mucho, ya que me quedé despierta hasta tarde leyendo "Cazadores de Sombras", una de las sagas que más me fascinaron de las que leí. Ya iba por el tercero, no lo empecé porque no lo encontraba por ninguna parte.

A penas sonó la segunda vez el despertador, me desperecé y comencé a bailar la canción que estaba sonando "I Want You Back". Siempre lograba despertarme por el grito que daba al inicio de la canción. Varias veces casi me da un infarto.

Mi padre, cuando escuchó que no dejaba de sonar mi alarma, subió las escalera de nuestra nueva y lujosa casa en Londres. Tocó la puerta y entró despacio. Luego de verme que ya estaba levantada y caminaba por mi cuarto moviéndome como acompañando una melodía, que era la canción que estaba sonando en mi nuevo celular, se rió por lo bajo y salió de mi habitación, después de que le haya gritado que se retirase de ésta.

Me cambié con la ropa que mi madre me había comprado: un uniforme del colegio de color azul, negro y celeste, la pollera era una que tenía un corte muy lindo y tenía un dobladillo elegante y extraño; la remera era blanca, pero en la terminación de las mangas cortas había unas franjas de los tres colores al igual que la terminación de la remera. El logo sel colegio decía "I.S.L (Incredible School for Learning) (Incredible Escuela para el Aprendisaje)".

Ya su logo no me gustaba para nada. Seguramente todas la personas que asistían allí eran muy egocéntricas y se creían que el mundo existía para ellos. No me quería imaginar cómo eran las rubias plásticas que siempre hay en cada colegio.

Ya era la hora de bajar y desayunar con mis odiosos padres. Como siempre, cada uno estaba metido en sus cosas: mi madre estaba con el celular, seguramente en Facebook o Twitter y mi padre estaba con el diario en mano y con la televisión prendida en el canal de noticias.

Luego ellos me dicen que no quieren que me separe de ellos por el hecho de que me van a extrañar... Mentira, sino, me prestarían un poco de atención. Pero noo, ellos no me dan bolilla y cuando les digo algo, se quejan.

Por mala suerte, era "hija única". Siempre deseé tener algún hermano o hermana. Mis padres nunca quieren hablar de eso.

Después de que me haya terminado mi desayuno y estuve a punto de irme, mi padre, Dios sabe por qué razón, levantó su cabeza, me llamó, se acercó y me acompañó hasta la salida de la nueva casa.

No me dijo nada hasta que salimos por la puerta.

-Hija, tengo algo que darte.

Yo me quedé sorprendida cuando supe que me había comprado algo. Lo miré extrañada y le dije.

-Papá, no tengo mucho tiempo. Voy a llegar tarde si no me apuro. Me lo das cuando vuelvo.

-No, hija. Vení acá. Te lo voy a dar ahora.

Lo miré con una cara de enojo y el me respondió igual. Entonces preferí hacerle caso y quedarme a ver lo que tenía para mí.

-¿Qué es lo que me tenes que dar? ¿Por qué es tan importante, papá?

-Observalo con tus propios ojos.

Cuando dijo aquello, sus ojos miraron para el garaje que comenzó a abrirse. Seguí con la mirada donde él lo estaba haciendo y me quedé realmente sorprendida por lo que había allí dentro: era un auto; no cualquiera, era un Audi A5 Negro nuevo de cinco *por el baúl* puertas.

Mis ojos se abrieron mucho al igual que mi boca. Mi padre me estaba mirando con una sonrisa muy grande en su cara. Lo miré y le pregunté.

-¿Qu-qué es esto? ¿Por qué me compraron un auto?

-Esto es un regalo por todo lo que soportaste durante todo este tiempo. Queríamos demostrarte lo mucho que te amamos con tu madre y, como no falta mucho para tu cumpleaños, decidimos darte el regalo por adelantado. También se lo incluye como regalo de comienzo de clases.

-Gracias, papá. Gracias.

Me acerqué y lo abracé muy fuerte. Él se limitó a decir "de nada". En ese momento salió mi madre y declaró.

-Veo que le has dado el regalo, Robert. Gracias por esperarme...

Tenía un tono de enojo, pero no demasiado como para no reírse de la cara de perrito mojado que le puso mi padre luego de acercarse y besarle la nariz diciéndole "perdón". Obviamente mi madre lo perdonó.

Me subí a mi nuevo coche y saludé con la mano a mis padres que estaban abrazados en la entrada de la casa. Todavía estaba un poco enojada con ellos, pero su regalo me hizo darme cuenta que les importaba y que, tal vez, decidieron establecerse aquí, en Londres.

Emprendí viaje hacia el nuevo colegio.

Mientras lo hacía, comencé a pensar. El camino hasta el instituto era bastante extenso, podría decirse que era de un kilómetro. Esperaba que este regalo significa que nos quedaríamos acá. Realmente me había fascinado, con sólo haber estado una semana.

La Viajera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora