La Viajera.

Capítulo 6.

Amanda POV

  Ya había llegado a mi casa. Apenas salí del auto, después de haberlo estacionado en el garaje, mi mamá llegó con un millón de preguntas, literalmente: "¿cómo es? ¿cómo se llama? ¿Lo puedo conocer?", etc.

- Mamá, respirá hondo.

  Ella lo hizo.

- Muy bien, ahora exalalo.

  Y eso hizo.

-¿Te tranquilizaste?

- Eso creo.

- Bueno... Se llama Jace; es re lindo, tierno, bueno, gracioso... -y así fui contestando a todo lo preguntado por mi progenitora.

- ¡Qué emoción! ¡Qué emoción! ¡Qué emoción!

- ¡Pareces una adolecente ormonal! Es sólo una cita, nada del otro mundo...

- ¡Claro que lo es! Hasta ahora sólo tuviste dos amigos, y ahora tenes más y un casi novio. ¡Es una graaan cosa!

  Yo bufé. Cuando algo se le metía en la cabeza, ni siquiera el mismísimo Dios podía convencerla de lo contrario.

- Bueno, empecemos.

  Así fue como empezó toda la tortura: como sentarme, coquetear, hablar, vestir, lucir, todo. ¡Hasta me dijo cómo besar, tuve que practicar con una naranja! Fue muy incómodo.

  Al fin terminamos. Ya se estaban haciendo las siete. Faltaban 30 minutos y ya estaba lista. Como no aguantaba más por los nervios, decidí llamar a Lara y contarle.

*Llamada Telefónica*

- ¿Hola?

- ¡Hola Lara!

- ¡Hey, Mandy! ¿Cómo va?

- Bien, acá ando. Un poco nerviosa.

- ¿Por qué?

- Emmm... Hoy tengo una cita...

- ¡¿En serio?! ¿¡Tan rápido?! ¡No me digas que es con Leeroons!

- No, no. Tranquila. Es con alguien decente, jaja.

- Fiuj, me habías asustado. Entonces... ¿quién es el afortunado que saldrá con ese bombón? ¿Lo conozco?

Me reí ante sus afirmaciones y asentí con una sonrisa tímida, pero me di cuenta que no me estaba viendo, entonces me pegué una cachetada mentalmente.

- Sí, lo conoces y bastante bien. -se podía notar a muchos kilómetros mi voz nerviosa.

- No me digas que... -soltó un grito y, un poco más tarde, risas.

  Yo me sobresalté y primero pensé que no le había gustado la idea, hasta que rió y yo hice lo mismo.

- ¿¡Es Jace?!

Vacilé en decirle o no, pero me rendí ya que la había llamado por eso.

- Sí, es Jace.

- ¡Sabía, sabía que iba a ver algo entre ustedes! Se notaba en cómo te miraba y vos a él. Son perfectos el uno para el otro. Lo sé, lo sé. Aparte, ¡gracias!

- Ja, seguro Lara, seguro. Sos una adivina. -nótese mi pequeño grado de sarcasmo y burla.- Pero, ¿por qué gracias?

-  Em...em... ¿P...porque me hiciste ganar plata?

- ¿Eh? -le pregunté atónita.

- Nada, no importa, mañana te vas a entrar. Hablando de po otro... Te estoy hablando en serio, jovencita. No me podes contestar de esa manera. Disculpate.  -se hizo la ofendida, pero se le notaba en la voz un poco de diversión.