Capítulo 4.

16 2 0
                                    

Josh POV.

  Nuevo año, nuevo comienzo de las mismas putas clases, el infierno otra vez. ¿Me pueden explicar por qué mierda existe el colegio? Ya entiendo que necesitamos una base de estudios para poder progresar en la vida, pero ¿qué necesidad hay de crear un instituto tan careta como el mío? Me encanta que estén las plásticas esas que te dan un montón de noches cuando estás caliente, pero ¿no hay alguna que no sea un poco decente, quiero decir, alguna chica que se valore? Después están las nerds, esas chicas que no salen de su casa ni de la biblioteca porque estudian todo el día...

  Como decía, nuevamente tenía que despertarme temprano. Lo peor de todo es que no había podido dormir, ya que tuve una visita inesperada de "una dama en apuros". Es una forma muy amable de llamar a las putas, pero prefiero que se sientan bien estando conmigo, así no pierdo a mis juguetes.

  Ya sé que parezco una mala persona, pero es así; prefiero que estén conmigo a que se vayan con un depravado cualquiera. Yo por lo menos, las trato como se merecen...

  Bueno, en fin. El condenado despertador sonó con la canción de  U2 "Magnificent". Me gusta mucho esa banda, pero prefiero el rock y la electrónica.

  Me desperecé y vi que la chica seguía en mi cama. Recordaba haberla echado a la madrugada. Nadie, repito, NADIE se queda a dormir en mi casa. A menos que sea especial; y esta chica es todo, menos eso.

  Faltaba una hora para entrar a clases. No me iba a quedar de brazos cruzados viendo como una chica que me importaba en lo más mínimo, seguía estando en mi comodísima cama de mil euros. No sé si lo mencioné, pero soy rico.

  Me levanté muy de golpe, haciendo que la chica se sobresaltara. Vi que en sus ojos había confusión. Miró toda mi habitación y luego posó sus ojos verdes en mi cara y cuerpo. Sólo llevaba bóxers.

  Noté como su cara se puso un poco roja y luego cambiaba a una de seducción. No me inmuté. Sus encantos no servían en mi. Soy inmune a éstos; a diferencia de ellas.

- Si no me acuerdo mal, ayer te dije que te fueras de mi casa, ¿no es así? -mi tono de frío.

- Así es, pero tenía ganas de seguir divirtiéndome. -puso ese tono meloso que conocía tanto. -Y sigo queriendo hacerlo.

  De un momento para otro, ya estaba parada en frene mío tocándome en torso desnudo con sus afiladas uñas postizas.

  No quería que se haga ilusiones así que la corté a tiempo.

- Bueno, como verás, yo no. -dije al mismo tiempo que sacaba su mano y me metía en el baño. -Por cierto, la salida es...

- Ya sé por dónde es.

  Lo dijo y salió de mi cuarto con aire de superioridad.

  Por fin solo y tranquilo. Me bañé y cambié. Me preparé para otro día aburrido. Por suerte van a estar mis amigos, como Thomas Johnson y Alex Worther. Son mis mejores amigos y compañeros de equipo. Somos inseparables. Aunque tengamos peleas, siempre nos arreglamos a las pocas horas o, muy pocas veces, días.

  Bueno, terminé con todo y me subí a mi MWB negro. Conecté el celular para que cuando me llamen conteste con el auto.

  Estuve andando por veinte minutos hasta que me paré en un semáforo. Al lado mío se paró otro auto, pero, para su mala suerte, chocó una señora. Yo me reí mucho, ya que fue algo increíblemente divertido. Miré fijamente a la chica que se bajó. No le vi la cara, pero no la reconocí. Nunca la había visto por acá, y eso es raro.

  Por haberme quedado enganchado en la chica que chocó a esa vieja, no avancé y me empezaron a tocar bocina. Así que aceleré y me metí en el barrio de Thomas.

La Viajera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora