Capitulo 5

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- Ya no sabía que hacer, Christopher no dejaba de golpear a Pablo y ella no podía hacer nada para detenerlo, si se acercaba, su salud estaba en juego, había tratado de gritarle a que lo soltara, de todas las maneras posibles, pero Christopher no entendía razones, estaba cegado por la furia... ¡demonios! Cuanto más tardaría Annie con Poncho, estaba empezando a desesperarse y su mejilla le dolía horrible. Al fin, luego de unos minutos, que para Dulce, parecieron eternas, Poncho apareció en el umbral de la puerta, un poco agitado, se notaba que había estado corriendo. De un salto se acercó a Christopher y lo intentó levantar, pero estaba totalmente fuera de sus casillas

Poncho: ¡Chris, ya basta! (le dio un último tirón, para levantarlo completamente)

Chris: (miró a Pablo con despreció y lo apuntó con el dedo) no quiero volverte a ver por aquí ¿escuchaste? (el aludido no respondió, haciendo de Chris lo tomará por el cuello de la camisa) ¿¡ESCUCHASTE!?

Dulce: ¡Christopher, suéltalo ya!

Chris: si quieres (lo soltó, provocando que cayera al suelo violentamente)

Dulce: eres un salvaje (se levantó y se arrodillo al lado de su novio) ¿Pablo? Pablo, ¿me escuchas?

Pablo: (se levantó como pudo) ¡claro que te escucho!... Ahora mismo agarras tus cosas y nos vamos de aquí

Dulce: no puedo irme

Pablo: (la agarró por las muñecas con fuerza, estaba muy enojado por lo que había pasado con Christopher, dejar que este le pegara había sido la peor humillación que podría haber recibido, así que descaró toda su ira en Dulce) no me importa, si te digo que nos vamos, es porque nos vamos, ¿o estas sorda?

Dulce: (tratando de safarce) suéltame Pablo, me estas lastimando

Pablo: ¿y te parece poco lo que el me lastimó?

Dulce: pero...

Chris: (agarró a Dulce de los brazos, provocando que Pablo la soltara y así ponerla tras el) si no quieres que te de otra golpiza, vete ahora

Pablo: no me voy si ella

Chris: yo creo que si (volvió a agarrarlo por la camisa y lo sacó a empujones de la casa, para luego cerrarle la puerta en las narices, luego se acercó a Dulce y tomó su rostro con cuidado) ¿estas bien?

Dulce: (asintió con la cabeza y fijo su mirada en el rostro de Christopher) ¡estas sangrando!

Chris: no es nada, lo importante es como estas tú

Annie: (se acercó al oído de su esposo y susurró) yo creo, que mejor nos vamos

Poncho: tienes razón, aquí solo estorbamos (tomó la mano de Annie y la llevó hasta la salida)

Dulce: claro que es importante, déjame curarte (se separó y fue hasta el baño, luego volvió con la cajita de emergencias y se sentó al lado de Chris, sacó el alcohol y lo untó en algodón, para luego ponerlo en la herida que estaba en la comisura de su labio) ustedes los hombres son unos imbéciles ¿sabias?... Siempre llegan a los golpes por bobadas

Chris: tú no eres una bobada

Dulce: (tragó saliva para despejar su garganta) de todas maneras Chris, no fue...

Chris: (la interrumpió) dilo de nuevo

Dulce: (dejó de curarlo y lo miró a los ojos, confundida) ¿Qué cosa?

Chris: (sonrió) tú... hace mucho tiempo que no me dices Chris, solo me llamas Christopher y solo lo haces cuando estas enojada

Dulce: (se levantó nerviosa. Si, era verdad que solo le decía Christopher cuando estaba enojada y que le decía así por las razones obvias... No había querido decirle Chris, fue sin querer) no digas tonterías

Chris: (se acercó, para voltearla y quedar frente a frente) ¿tonterías?, no Dulce, no es ninguna tontería... Ya no quiero que nos sigamos comportando así, yo te amo y tu me amas a mi, no lo puedes seguir negando o tratar de aparentar que ya no sientes nada, porque yo lo veo, veo que te mueres por mi, así como yo lo hago por ti

Dulce: yo...

Chris: no digas nada(lentamente se acercó a sus labios y poso los suyos sobre ellos, al ver que lachica no ponía resistencia, se hizo paso con su lengua, penetrando su boca, enun beso místico y amoroso que hizo a ambos tocar el cielo con las manos. Dulceenredó sus brazos alrededor del cuello de Chris y el la abrazó por la cintura,dejando un espacio nulo entre sus cuerpos, cada vez el beso era más intenso yla temperatura comenzaba a subir considerablemente, la pelirroja tomo cartas enel asunto, desabrochando uno a uno los botones de la camisa de el. Chris larecostó en el amplio sofá, mientras el hacía lo propio sobre ella, poco a pocola ropa fue desapareciendo y la pasión aumentando, hicieron el amor condedicación y cuidado, volviendo a explorar, a sentir el cuerpo del otro)


EL TESTAMENTOWhere stories live. Discover now