- Los rayos de sol se filtraban por la ventana, no quería abrir los ojos y darse cuenta que estaba en la habitación, sola y con Chris en la sala, no quería pensar que todo lo que se habían dado durante la noche había sido producto de un sueño, de su tonta imaginación, pero tenía que hacerlo, se movió perezosa y descubrió en cuerpo najo el suyo, abrió los ojos de golpe y se dio cuenta que no había sido un sueño, todo había sucedido de verdad. Sonrió con ganas, pero luego se puso seria otra vez, había sido un error, se había dejado llevar por la situación y eso no llevaba a nada bueno... Tal vez no hubiera sido algo tan malo, tal vez, solo tal vez, era tiempo de... de dar una segunda oportunidad, de olvidar lo sucedido, de dejar todo atrás y empezar otra vez. El le había dicho, repetidas veces durante la noche que la amaba y ella como tonta se lo había creído, había creído todas y cada una de las palabras que el susurró a su oído como una agradable letanía, ¿Por qué? Por la sencilla razón de que ella también lo amaba, como nadie se imaginaba, como nadie lo había amado en su vida, pero aún estaba el tema de Maite... Ella lo había visto todo muy claro, no se había imaginado nada, pero el seguía diciendo que no era tan así como ella lo creía... Aun así no quería enterarse
Chris: Dulce...
Dulce: (había estado tan encismada en sus pensamientos que no lo había sentido despertarse, lo miró a los ojos, y lo supo... Supo que tenía que darle otra oportunidad. Se acercó lentamente a sus labios y lo beso delicadamente) buenos días
Chris: hola, ¿Cómo estas? (preguntó, tratando de descubrir una nota de arrepentimiento en ella)
Dulce: hace tiempo que no estaba tan bien, y todo gracias a ti (lo besó otra vez)
Chris: (le sonrió) eso quiere decir que... ¿me perdonas?
Dulce: si, te perdono... No quiero que volvamos a hablar del pasado, nunca más, desde ahora nuestra vida cuenta desde aquí ¿ok?
Chris: me parece perfecto (esta vez, el fue quien cubrió los labios de la chica, pero se separó de improviso y la miró a los ojos) ¿eso significa que no más Pablo?
Dulce: (sonrió) no más Pablo
Chris: es un alivió, sino tendría que cargar con una muerte sobre mis hombros y no hubiera sido agradable
Dulce: te amo
Chris: dilo otra vez
Dulce: (rió) te amo
Chris: otra
Dulce: ¡basta!
Chris: (quitó un mechón de cabello de su rostro) es que no te imaginas cuanto esperé para escuchártelo decir otra vez, creía que nunca lo haría (la estrechó entre sus brazos pegándola más a su cuerpo) te extrañe mucho (dijo aspirando el suave aroma de su cabello)
Dulce: y yo también Chris, mucho... ¿crees que mi abuela hizo esto para que volviéramos?
Chris: (soltó una carcajada) no me extrañaría en lo absoluto, tu abuela era una bruja
Dulce: si, pero una muy buena
Chris: ya lo creo que si
Dulce: (levantó su rostro y lo miró a los ojos) bésame
Chris: (no dijo nada, solo hizo lo que le ordenó, volvió a atraerla hacia el y la besó con pasión, ambos sintieron como el deseo comenzaba a correr por sus venas con desenfreno, Chris posó una mano en la espalda desanuda de la chica y con un rápido movimiento la puso debajo de el, recorrió un camino de besos hasta su cuello y ahí se detuvo para darle más atención a esa parte de su cuerpo, hasta que el insoportable sonido de la puerta se hizo escuchar) que oportuno (dijo con la cabeza enterrada en el cuello de Dulce)
Dulce: ve a ver quien es, puede ser importante
Chris: claro que no, no me moveré de aquí
Dulce: Christopher, no seas infantil, ve a abrir la puerta o iré yo
Chris: (bufó) esta bien (se levantó y se puso sus boxers con unos pantalones para luego ir en dirección a la puerta) ¿Qué pasa? (dijo mientras la abría)
Poncho: que humor... Podrías vestirte, vengo con Annie
Chris: (rodó los ojos y fue hasta la sala a buscar su camisa, para luego volver a la puerta) ¿Qué quieren?
Anahi: que humor te gastas Chris, solo veníamos a invitarlos a almorzar
Dulce: ¿Quién es? (preguntó mientras caminaba hacia la puerta)
Chris: son inoportuno 1 y 2 que quieren salir a comer
Dulce: si, claro muero de hambre
- La pareja entró a la casa, para esperar a que Dulce y Chris se arreglaran, luego fueron a un restaurante muy bonito a comer, tuvieron una tarde muy agradable, Annie, como nada se le escapa había notado como Dulce y Chris habían arreglado sus diferencias y no pudo esperar a comentarlo en la mesa, nadie lo negó y solo recibieron felicitaciones. Eran las 7 de la tarde, cuando Dulce y Christopher volvía a la casa, tomados de la mano, pero cual fue la sorpresa de ambos al ver a alguien en la puerta, esperando
Maite: Hola Chris, ¿podemos hablar?