~"Always My Master"~

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Cuando se levantó y se volvió, lo encontró de pie a unos pasos tras ella. La tomó entre sus brazos y le besó la parte superior de la cabeza. Su calidez enviando lejos el frío que la historia había empujado a través de ella. Con suavidad, le acarició con la mano extendida, la espalda y la otra tras ella. La carne sensible picaba con su toque, enviándole calor.

- Quiero llevarte a casa y hacerte el amor – le dijo. – No puedo esperar más tiempo.

- Por favor, no. Te necesito.

Para su sorpresa, él se dejó caer de rodillas ante ella, sosteniendo una de sus manos mientras con la otra presionaba sus labios.

- Casey mi dulce amor... Por favor, cásate conmigo. Promete que siempre serás mía. Nunca dejaré que nadie te haga daño – sus ojos le imploraron que dijese que sí – Te amo.

- Justin... - se quedó sin aliento. Ella cayó también de rodillas y lo abrazó con fuerza. Le besó en el cuello – He estado tan asustada y vacía sin ti.

- Yo también, cariño – respondió. Cogiendo su barbilla con la mano, levantó su boca hacia la suya. Mientras la besaba, movió sus brazos alrededor de su espalda y la tumbó sobre la alfombra, luego continuaron besándose.

Su cuerpo encajado entre los muslos entreabiertos, sus pantalones rozando la suave piel, su bragueta presionando sobre su coño. Arqueando sus caderas, ella frotaba su clítoris contra la tela ligeramente nudosa. Desesperada por sentir su piel, ella agarró la camisa y se la sacó del pantalón. Sus manos se deslizaron por debajo del algodón alisando su espalda. Ella gimió. Le encantaba lo caliente que estaba su piel, lo poderoso que se sentía mientras sus músculos se movían bajo su toque.

- Justin – murmuró contra su oído mientras mordisqueaba el lóbulo – Sé que quieres hacerme el amor, pero realmente necesito que me folles. Ámame más tarde.

- Casey – gruñó. Se arrodilló de nuevo y abrió los puños. El cuello de su camisa ya estaba abierto así que tiró de ella sobre su cabeza y la arrojó a un lado. Juntos, abrieron los pantalones, luego cayó sobre ella, su ancha polla profundizando en su interior.

- Oh, sí – gritó ella, sus caderas elevándose hasta él – ¡Duro, por favor, duro!

Después de estar completamente vacía durante los últimos dos meses, ser llenada por él la enviaba volando a un plano borroso de placer donde de lo único de lo que era consciente era de su polla creciendo dentro de ella. Sentía cada arista, cada pedacito de su cintura, mientras él estiraba su tierno canal.

Ella nunca se había sentido tan plenamente reivindicada como ahora, sabiendo que sería para siempre suya, propiedad de este poderoso hombre... lo que acababa de hacerlo todo mejor.

Una mano sujetó su pecho, los dedos retorciendo su pezón. La sensación de un rayo de fuego se disparó en su pelvis, y ella se apretó alrededor de él, gritando en el éxtasis. Fijó su boca sobre la de ella amortiguando sus gritos mientras la besaba con pasión salvaje. Una y otra vez, él atormentó los picos hasta que ella estuvo frenética bajo él.

De repente, ella se resistió y se congeló en una escena de liberación completa, todo su cuerpo se apretó y luego explotó en una reacción de estremecimiento. Justin empujó un par de veces más antes de seguirla en su clímax, llenándola con su semen caliente. Su profundo grito resonó en la oficina. Ella podría escuchar para siempre el sonido de él encontrando la dicha. Era tan visceral, tan básico y ella hacía que sucediese.
Su boca presionó en su cuello, sus caderas se movieron poco tiempo más, y él gruñó su placer.
Él negó con la cabeza.

- Eres tan traviesa. – Respondió con un suspiró como si lo pensase.

- Creo que te gusto de esa forma – bromeó – Mi pobre trasero. Tan castigado.

Punished-jb(+18) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora