Nelly

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-Chicas chicas, parar un momento por favor, no puedo más.
Me paro aunque sigo trotando en el sitio, mientras recupero el ritmo cardíaco.
- Vamos Nelly, un poquito más cari.- Irene llega a mi altura y me frota en la espalda.-
- Estoy desentrenada, darme un respiro.
- Vamos mujer...- Elisabeth llega hasta nosotras y tira de mí brazo. -... solo un par de kilómetros más.

Al final las muy cabronas me convencen y corremos los dichosos dos kilómetros...

Debido a una lesión en la rodilla, me tuve que apartar de una de mis pasiones, las competiciones, me encanta participar de maratones y otras modalidades, pero lo dicho, un año sin poder practicar y ahora que ya me dieron el alta, estoy poniéndome en forma, salgo a correr a diario y me machaco en un gimnasio.

- Esta noche toca quedada de chicas.
Comenta Elisabeth mientras nos sentamos en una terraza a recuperar fuerzas con un nutritivo desayuno.
- Claro!! Hoy es viernes...
- Nelly, está noche te vamos a llevar a un local nuevo.
- Siii? ¿A cuál?.
- Se llama Zoco y lo abrieron hace un mes más o menos.- Irene me pasa su móvil y veo fotos del nuevo local.-
- Tiene buena pinta.
- Es genial.- Irene busca en la galería y me muestra algunas que han hecho estando dentro.-
- A demás, hay unos tíos increíbles, desde el dueño, hasta los camareros...
-Al mirarla veo como sonríe Elisabeth, mientras me muestra una foto donde aparece un camarero sirviendo unas copas.-... este es mío, que lo sepas.
- Jajajajajaja jajajajajaja ¿ya te has elegido uno?.- Mientras le devuelvo su móvil, no paro de reírme, mis amigas son tremendas. -

Son las diez cuando bajo a por mí coche, hemos quedado a las diez y media en la puerta de la discoteca y como está a las afueras de la ciudad, tengo que llevar mi coche. Las chicas me esperan allí, ellas viven un poco retiradas de mí y para no hacerlas venir a por mí, decido ir yo por mi cuenta. Al llegar me toca dar un par de vueltas, no hay quien deje el coche en ningún sitio. Cuando estoy por dar la tercera, veo a una pareja meterse en un coche, y dando un acelerón, consigo llegar antes que el coche que iba a mi derecha, llevándome con ello una pitada y unas no muy bonitas palabras. Pero va paso, yo llegué antes.
Casi llegando me fijo en la cantidad de gente que hay fuera del local. Seguro que está lleno y nos toca esperar una eternidad, voy pensando cuando veo a mis dos locas amigas levantando el brazo y llamarme a gritos. Par de locas, con lo poco que me gusta llamar la atención y ahora todo el mundo mira en mi dirección.

- No hacía falta que me llamárais como dos locas, ya os había visto.

Me las quedo mirando con el ceño fruncido y las muy jodias, se abalanzan contra mí partiéndose de la risa.

- Hay cuquita no te enfades.- Irene me abraza y me besa las mejillas.

- Tan poco hemos chillado tanto jajajajajaja ¿o sí?. Elisabeth pasa un brazo por cada una y hablándonos bajito...
- Chicas hoy es nuestro día de suerte, tengo unas tarjetas Vip,  hoy no tenemos que hacer cola.

- La madre que la parió. -Irene se destornilla de risa y conseguimos que todos nos vuelvan a mirar.-

Quitándole las tarjetas de las manos, compruebo que llevan nuestros nombres.

- Prefiero no saber, como las has conseguido.

- Solo diré en mi defensa, que cierto caballero me las dió.

- Más bien cierto camarero.- Respondo, recordando la foto que me enseñó esta mañana.-

Los gorilas de la puerta al ver que llevamos las tarjetas, nos abren la puerta sin más.

- Señoritas, bienvenidas al Zoco, que lo pasen bien.

Entonces las tres, haciendo una reverencia, como si fuera el mismísimo rey, quien nos abre la puerta, entramos muertas de la risa.

EllasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora