Blue; Soramafu

08.-

ＳＯＲＡＲＵ ; そらる

El silencio de la habitación no era un silencio incómodo como cualquier otro; éste tenía una atmósfera más acogedora de lo habitual, ni él ni yo queríamos romper aquella armonía entre dos. Aún así aquella armonía nos fue arrebatada por un quejido, un quejido de dolor qué nadie lo tenía previsto.

— ¿Mafu? — Aquél quejido lo produjo él, al acomodarse en su camilla, este se apretó el pecho mientras que en su rostro se podía divisar dolor. — ¿Sucede algo?

Éste solo se limitó a sonreír con aquel dolor reflejado en sus orbes rojas. — Estoy bien, no debes de preocuparte solo fue algo espontáneo.

De pronto una duda surgió en mi cabeza, algo que ya me había cuestionado antes pero que ya se me había olvidado.

— Hey, Mafu. — llamé su atención. — ¿Por qué estás aquí?

Éste observó todo el cuarto, como si estuviera ideando alguna excusa para contestar a mi pregunta.

— No lo sé, solo me dijeron que ésta era mi habitación. — Su dulce voz resonó en todo el cuarto, no dije nada, pues supongo que no entendió mi pregunta o simplemente descartó la idea de decirme el por qué estaba en el hospital.

— Mafu, por favor, ¿por qué estás en el hospital? — En el rostro inocente del albino se formó una expresión de incomodidad. Lo sabía, Mafumafu lo estaba evitando.

— Por nada fuera de lo normal. — Éste desvío su mirada de la mía, ¿normal? ¿entonces por qué lo evitas?

— Está bien, entiendo que no tengas la suficiente confianza conmigo, lo entiendo, pero realmente me preocupas.

Pude observar como las pupilas de sus orbes rojas se agrandaban al verme; en sus labios rosados se había formado una sonrisa tonta.

— Soraru-san, ¿eso es verdad? — Quién sabe por qué pero pude sentir como si alguna esperanza se elevase.

— Vamos idiota, ¿crees que te lo diría si no fuese cierto?

— Quizás; digo, Soraru-san es muy amable...

No le deje terminar, pues en solo un segundo pude conseguir abrazarle, ¿es normal que sea tan bueno conmigo? Él es capáz de cambiar mi temperamento, es realmente el mejor amigo que puedo tener, esto será verdadera amistad, quizás podrías aprender Lon.

— ¿Soraru-san? — Podía sentir como su cuerpo ardía, sus mejillas habían tomado un color rojo carmesí. Al parecer mi abrazo fue muy sorpresivo, por lo que le solté de mi agarre.

— Lo siento, eso fue bastante homosexual, realmente lo siento. — reí una tanto nervioso. ¿Lo incomode? Mierda, soy un bastardo.

Su reacción no fue la esperada, pues este solo negó con la cabeza mientras que cubría su rostro con ambas manos pero dejando ver sus orejas enrojecidas.

— Está bien, no me molesta, es más, quisiera que me abraces, lo necesitaba.

No pude evitar sonreír, es demasiado tierno, quién lo imaginaría, al parecer los albinos son mejores que las rubias ¿no ladrona?.