Blue; Soramafu

10.

ＳＯＲＡＲＵ ; そらる

Su cabello blanco brillaba con intensidad al ser tocado por el brillo de la luna, jamás había pensado que una cabellera fuese tan deslumbrante a la vista humana. Su semblante desconsolador provocaba un cierto impulso, un impulso desgarrador, ya que muy escasas veces me había preocupado por alguien.

Al nuevamente encontrarse nuestros ojos él intentó deshumedecer sus luceros con el dorso de su mano; éste bajó la mirada dejando que sus cabellos taparan la mayor parte de sus ojos sólo quedando a la vista su mueca de dolor en sus labios.

Dí pequeños pasos hacia él, acercándome lentamente a el albino quién retrocedía al sentir mi cercanía, sus pasos eran torpes y sin cuidado haciendo que éste se resbalase, y en un vano intento de agarrarle éste se cayó al frente mío. El albino en ningún momento me permitió ver sus ojos nuevamente.

— Mafu, ¿qué sucede? — Nadie respondió, ya que este solo movió los labios sin emitir palabra. Algo muy extraño le estaba pasando y yo quería saber, era la primera vez que estaba en una situación así.
— Mafu, por favor, estoy preocupado por ti. — Mafumafu alzó su mirada a mis ojos, en su expresión se hallaba un sentimiento de sorpresa o eso distinguía yo.

Su rostro nuevamente se llenó de lágrimas ya que estás caían por sus rojas mejillas, y una pequeña sonrisa se formó en sus labios pero al instante desaparecieron de éstos. La preocupación me invadia, al igual que la curiosidad.

— No quiero que te preocupes por mi, aún cuando me vuelve realmente feliz eso. — Su realmente preocupante expresión desmostraba bastantes sentimientos. Mi Paciencia estaba colgando por un hilo, un hilo que estaba apunto de romperse.

— Mafu, puedes decirme todo lo que quieras. — La desesperación de no saber nada y querer ayudar puede ser el peor veneno que alguien puede consumir.

Con la semblante sombría lanzó un suspiro pesado al aire, demostrandome lo incómodo que estaba, luego tomó con sus manos las mías, gracias a aquel tacto pude notar que tiritaba y su piel permanecía fría.

— Soraru-san, quisiera que me prometieras algo.

— Lo que quieras. — Algo iba a pasar y aquello al parecer no era ligero.

— No quiero que te sientas responsable...— Yo asentí para no interrumpir lo que iba a decir.— Yo... — Su respiración se aceleró mientras apretaba aún más fuerte mis manos. Él no puedo continuar ya que rompió en llanto nuevamente. — Soy un cobarde Soraru-san, tengo miedo, tengo miedo de ir a dormir y ya no despertar.

Sus lágrimas caían en mis manos mientras se mantenía cabizbajo, sus manos estaban soltando a las mías pero al momento de separarlas yo le tomé de los hombros para luego abrazarlo por arriba de éstos. Su respiración se iba tranquilizando, y sus lagrimas iban cesando, mafu correspondió a mi abrazo y se apegó más a mí sintiendo su respiración en mi cuello provocandome escalofríos.

— Gracias, muchas gracias por estar a mi lado. — Yo le debería dar las gracias, ya que él me mostró que las personas realmente se preocupan por uno, al igual qué él cuando aún sin conocerme se preocupó demasiado por mí, aunque fuese realmente "tímido" gracias a eso yo le tengo un leve aprecio, por lo que no me gustaría que mafu sufriera de manera injusta.

Sin decir nada le sujete más fuerte por la conmoción que tenía, gracias a diversas cosas que pasaban por mi mente mis ojos se humedecieron, quería llorar, tenía bastantes sentimientos encontrados, tenía furia pues mafu no merecía nada malo, tenía tristeza por lo que él estaba pasando, además de alegría al recordar lo preocupado que es por mí y estaba asustado ya que también era un cobarde y tenía miedo de que él se fuera antes qué yo.

Pude lograr que mafu se calmara pero yo ahora no estaba en posición de tranquilizarle de nuevo, ya que ahora yo estaba llorando en silencio, pero aquel silencio no duró mucho pues al parecer él lo notó.

— Está bien, tú solo desahogate, a éstas horas no hay nadie por aquí ya que todos están atendiendo en urgencias, aprovecha el momento. — hace un momento yo estaba consolándolo pero ahora los papeles se voltearon, él me estaba consolando, aquello me demostraba lo patético que soy y la escoria que soy a su lado. Él no me necesitaba a mí yo le necesitaba.

— Tengo miedo... — Musité sollozando. — Tengo miedo de dormir y que a la mañana siguiente no estés a mi lado. — Me sentía patético por decir aquello pero a la vez liberado, le quería por ser la persona que estuvo conmigo desde que entré aquí, él a cambiado algo en mí.

Éste se separó dejándome ver una sonrisa compasiva en su rostro y luego nuevamente nos volvimos a abrazar, pero ahora yo era quien lloraba. Me sentía tan patético, pero me sentía muy feliz a la vez, ya que aquella persona que me abrazaba me quería y me apreciaba, ya que soportaba mi carácter de mierda.

Gracias mafumafu.