CAPÍTULO 15 "La Cena"

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Espero les guste el maratón, actualizaré cuando pueda. Así que comencemos

En multimedia el vestido de Clarissa

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MARATÓN 1/3

Estaba terminando de arreglarme cuando rashell me informo que ya estaba Thiago en la sala, así que termine de ponerme los zapatos y los aros y baje. Iba bajando por las escaleras cuando lo vi, estaba guapisimo, con ese traje negro, ni bien baje el último escalón, el se dio la vuelta y me observó de pies a cabeza, se quedó atonico, lo cual decidí hablar.

-Bien, nos vamos -decia para que dejará de mirarme

-Bueno, de prisa -decia desinteresado -hasta luego señorita -se despedía de mi amiga y se giró a verme -despidete de tu amiga, te espero abajo -desinteresado se fue por la puerta.

Ni bien se fue me enoje, agarre un vaso y lo tire al suelo con rabia

-Es un idiota, lo odio -estaba curiosa

-Tranquila Claris -me tocaba el hombro en forma a tranquilizarme - vete de una vez, antes que se enfurezca -me decia

-Me vale si se enoja, lo hago por el Señor Dante que él, me invito, pero el idiota de mi jefe se obligó a él mismo llevarme -me quejaba

-Bueno vete de una vez antes que se te haga tarde -me empujaba rashell

-Esta bien, me iré, conste que si me aburro llamaré a Richard -le advertia a rashell

Richard, es un amigo italiano que lo conocí en una cafetería en Italia cuando viaje con Marcos, desde ese entonces hemos estado hablando, él decidió venir a visitarme ya que le había comentado que vivía en New York, y desde hace 2 semanas que está acá, se irá el próximo mes, así que hemos estado saliendo, y me cuida al máximo.

-Ya, lo llamas si quieres, ahora vete -me decia.

Así que iba caminando a la puerta, al salir no me di cuenta que mi jefe estaba recostado en la pared.

-Así que me odias y me detestas -me decia, lo cual yo me sobresalte sobre sus palabras

-Joder, no me asusté así -me tocaba el pecho en forma de susto -y usted porque anda escuchando cosas que no debe -me quejaba

-Puedo hacer lo que yo quiera -reclamaba, lo cual no me importó y fui caminando -además usted no tendra porque llamar a ese tal Richard, porque le prohibo hablar con él -me comentó y advirtió molesto, lo cual yo pare en seco y me gire a enfretarlo

-Y usted quien diablos de cree que es para decirme con quien tengo que hablar -estalle furiosa -primero, usted y yo no somos nada y jamás lo seremos, no porque asista a esta cena me vendrá a decir que es lo que debo hacer o no, segundo, usted no es nada mío, ni yo nada suyo, así que cada uno hace su vida como quiera, y tercero, usted no tiene derecho a venir prohibirme nada, me entendió -dije molesta, lo cual el sólo me miro y me escucho, asi que me gire y camine, pero sentí una mano que me detuvo y me giro.

-Usted quien se cree para decirme todo esto -lo decia tranquilo, lo cual no entendí, sólo me dedique a escuchar -primero, yo se que no somos nada y eso lo tengo claro, pero yo soy su jefe y como estamos llendo a nombre de la empresa le digo lo que es, segundo, no soy nada de usted, pero usted es mi secretaria y yo su jefe, y no puedo permitir que mi secretaria o mejor dicho mi invitada se vaya así de la nada, tercero, no le prohibo nada -se acercaba y me miraba a los ojos -sólo le pido porfavor que por sólo una noche no nos llevemos mal, no quiero que mi familia se entere que trató mal al personal, por eso le pido que no llame a ese tal Richard -me pedía con sinceridad, así lo note en sus ojos

El idiota de mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora