Capitulo 9

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Perspectiva de Brooke

    ⁃    ¿No volverás a hablarme? pregunté.
    ⁃    Pero si te hablo Brooke.- respondió Emma sin apartar los ojos de su teléfono celular.
    ⁃    Llevas dos semanas sin dirigirme la palabra Emma, lo único qué haces es evitarme desde aquel día en tu casa. Dijiste que nada iba a cambiar entre nosotras.- dije tratando de aguantar las ganas de romper en llanto.
    ⁃    Lo siento Brooke.- dijo. Me dio un par de palmadas en el muslo y se marchó.
En ese momento supe que jamás volvería a hablar con Emma, sí, si me dolió pero yo no podía hacer nada. Lo único que quería era regresar el tiempo al día en el que la besé para no hacerlo. Me odiaba tanto, todo era mi culpa. No debí besarla, no debí enamorarme de ella nunca. Era obvio que ella jamás iba a hacerme caso, quiero decir, a ella le gustaban los niños, ¿por qué habría de fijarse en mí? Lo único que ha demostrado es que no le importo en lo absoluto. Debo admitir que aún tenía un poco de esperanza pero pasaron los días y ninguna señal de ella. Tres semanas, tres malditas semanas sin hablar, yo solo me preguntaba si ella estaba bien, si pensaba en mí, si le habría contado a alguien lo sucedido. Me sentía triste, la necesitaba, fuera de que estuviera enamorada de ella, yo necesitaba a mi mejor amiga, a mi Emma, necesitaba sus consejos, sus abrazos, su risa, todo.

-17/12/14-

Me encontraba recostada sobre mi cama, era sábado por la tarde, no había nada que hacer. Ya se habían cumplido tres semanas desde que Emma no me dirigía la palabra. Era un infierno para mí pero al menos podía soportarlo gracias a mis demás amigas. Era difícil cuando la gente me preguntaba por qué Emma y yo nos habíamos dejado de hablar, mi respuesta siempre era: "No lo sé", jamás se me ocurrió algo más inteligente que eso. Comencé a quedarme dormida cuando de repente sonó mi celular, era un mensaje de Emma.
    ⁃    Brooke, ¿irás a la posada de Mena?
No sé quién diablos se sentía para ignorarme tres semana y después hablarme como si nada. Pero, ¡no importaba!
    ⁃    Sí, ¿te veo?
Fui directa y le pregunté si la vería para comenzar a arreglarme pronto, moría por verla y contarle muchísimas cosas. Estaba dispuesta a olvidar el pasado con tal de estar bien con ella.
    ⁃    Llegaré 9:30. Hasta entonces.

Perspectiva de Emma

Sé que lo arruine y bastante. Esta noche mi amiga Mena hará una posada y creo que podría ser una buena oportunidad para arreglar las cosas con Brooke, sé que lo entenderá. Después de mandarle aquel mensaje decidí salir con mis padres al bazar de Navidad de la colonia. Cuando era pequeña solían llevarnos a mi hermana y a mí por una crepa de Nutella con fresas. Después de ahí comíamos churros rellenos y después rentábamos una película, cada quien tenía que elegir una y esa noche las veíamos todas hasta quedarnos dormidos. Mi hermana se había adelantado a la fiesta así que presione a mis padres para llegar lo antes posible. Decidimos cenar tortas de bacalao y espagueti para acompañar, después de tres mordidas, devorar la torta y apurar a mis papás por fin nos encaminamos hacia casa de Mena. Ya era de noche y estaba lloviznando, me coloqué mis audífonos y baje toda la ventanilla para asomar mi cabeza. Cerré mis ojos y la imagen de Brooke se venía a mi mente. Solo imaginen, sus labios gruesos, sus malditas pecas que me vuelven loca, sus ojos de color miel, su cabello suave, su cuello blanco con ese aroma a frutas que siempre la acompañaba, sus manos y las venas que resaltaban en ellas. Todo, todo.

Baje del coche y subí la colina empinada para poder llegar a casa de Mena. Al llegar pude notar que Brooke estaba afuera de la casa sentada con un chico llamado Diego. Ella me miró y yo me quede paralizada, ella no me sonrió, solo bajo la mirada y la dirigió hacia Diego. De inmediato el chico se levantó, se acercó a saludarme amablemente y se metió a la casa. Me acerqué a Brooke y me senté junto a ella.
    ⁃    Hola.- fue lo único inteligente que se me ocurrió decir en ese momento.
    ⁃    ¿Sigues enojada? preguntó.
    ⁃    No estaba enojada Brooke, estaba confundida.
    ⁃    ¿Confundida? dijo con el ceño fruncido.
    ⁃    Sí, te prometo que más tarde hablaremos de esto.
    ⁃    Es lindo volver a hablarte Emma.- dijo tiernamente.
Tomé su mano y nos levantamos para entrar hacia dónde estábamos todos. Ella se fue con una chica llamada Marian, parecía que se gustaban. Yo no podía dejar de verlas, intente distraerme con mi hermana y mis amigos pero parecía que Brooke ya no estaba interesada en mí. Comencé a beber demasiado, sentía mareos y no podía hablar.
    ⁃    ¿Dónde está Brooke? le pregunté a Diego.
    ⁃    Está con Marian afuera besándose.
¿Qué? ¿Cómo pudo? ¡La odio! En ese momento comencé a experimentar celos, enojo y todo tipo de emociones negativas.
    ⁃    No puedo respirar.- dije.
Sentía como el aire no entraba a mis pulmones, mi garganta estaba caliente, mis manos temblaban y sentía cosquillas en el rostro.
    ⁃    ¡Emma, tranquila! Todo va a estar bien.- dijo una chica.
    ⁃    ¡Por favor, no puedo respirar! exclamé.
    ⁃    Vamos, respira Emma, inhala por la nariz y exhala por la boca.- dijo Diego.
    ⁃    ¿Dónde está Brooke? pregunté entre sollozos.
    ⁃    ¡Traigan a Brooke! gritaron.
De pronto vi como Brooke entraba a la casa completamente espantada.
    ⁃    Emma, vamos afuera, vas a estar bien.- dijo ella.
Tomo mi mano y me sacó de la casa. Nos sentamos en el porche de la casa de Mena. Pasó su brazo por encima de mi hombro y comenzó a sobar mi espalda. También soplaba sobre mi rostro para poder tener un poco de aire e intentó tranquilizarme. Si lo logró.
    ⁃    ¿Que fue todo eso? Me espantaste Emma, ¿dónde está tu inhalador?
    ⁃    Lo olvide en casa.- dije. ¿Dónde estabas Brooke?
Se quedó callada y miro hacia el suelo, retiró su brazo de mi hombro y colocó sus manos sobre sus muslos.
    ⁃    Emma, estaba con Marian. Me ha dicho que le gusto.
    ⁃    No salgas con ella Brooke.- dije enfadada.
    ⁃    ¿Por qué no? preguntó confusa.
    ⁃    Tengo que decirte algo.- dije.
    ⁃    Dime.
    ⁃    Olvídalo, es algo tonto.- me arrepentí.
    ⁃    Dime Emma, por favor.
Guarde silencio por unos minutos, mis manos sudaban, mi corazón estaba a punto de salirse. Comencé a mover los pies de un lado a otro. Mi respiración se hacía más fuerte y comencé a babear.
    ⁃    Emma...
    ⁃    Me gustas Brooke.- dije. Lamento haberte dejado de hablar, en serio. Si lo hice fue porque era extraño estar enamorada de ti porque eres una mujer y porque eres mi mejor amiga. No era mi intención lastimarte, ni quería arruinar esto. No he podido dejar de pensar en ti, necesito estar contigo, me gustas Brooke, mucho.
Brooke guardó silencio, me miró fijamente de nuevo, se acercó velozmente hacia mí y me besó, colocó sus manos en mi cintura y comenzó a besarme de una manera desesperada. Hacía calor y tenía miedo de que saliera alguien y nos viera así que me quité.
    ⁃    No me beses Brooke, aquí no.
    ⁃    Ven.- dijo.
Se levantó y me tendió la mano para yo poder levantarme también. Caminamos de la mano hacia una camioneta blanca un poco más arriba de la casa de Mena. Me puso contra el auto, colocó sus manos en mi cintura de nuevo y esta vez se acercó lentamente, comenzó a besar mi mejilla, después mi nariz y al final nuestros labios se juntaron. Fue un beso largo, hasta hoy no he podido describir lo perfecto, solo la luna y las estrellas nos acompañaban esa noche. Era como si el universo girara solo al rededor de nosotras. Recuerdo que esa noche me fui a dormir con una sonrisa en el rostro y sabía que una larga historia estaba por comenzar.

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