Love Through Words|FRERARD|

CERCA DE TI

Ahí estaba su sonrisa otra vez, era para mí, y aunque no se lo dijera; me parecía linda. Hay un chico en algunas de mis clases que me sonríe cada vez que nuestras miradas se cruzan, su nombre es Frank y sé, así como la mayoría, que no le gustan las chicas. Casi siempre está sólo, a pesar de que le veo charlar con diferentes personas durante las clases, siempre se va sólo de ellas. Yo, por el contrario estaba la mayoría del tiempo rodeado de gente, las chicas se acercaban a mí con frecuencia, y tenía bastantes amistades. Sin embargo mi vida daría un giro inesperado durante aquél nuevo semestre, pues el destino se había empeñado en condimentarla con una pizca de incertidumbre y un sazón exagerado de sentimientos abstractos.

Ese día llegué temprano a la primera clase y me senté en el lugar de siempre, de pronto mi celular timbró.

"Hola, espero tengas un buen día <3"

No tenía tal número registrado, así que desconocía quien podría ser, cambié el modo de mi celular a silencio, y miré discreto a mis alrededores, la mirada furibunda del profesor recayó en mí con disgusto por no más de tres segundos, para después de ello dar inicio a la clase.

-Disculpa, fui yo – comentó una afable voz detrás de mí. Me giré despacio para encontrarme con su rostro apenado por su imprudencia y una modesta sonrisa que acrecentaba la delicadeza en su semblante – Tomé tu número de la lista del profesor Luna, espero no te moleste.

-No hay ningún problema – contesté mientras mi mente se tomaba la molestia de sacar algunas conclusiones y yo me preguntaba la razón de que me hubiese escrito ese corazón al final del texto – Entonces ¿también tú estarás en el equipo de practicantes de laboratorio del profesor Luna? – indagué con curiosidad.

-Sí, y como no reconocí a nadie más pensé que podríamos trabajar juntos – agregó sonriente.

¿Trabajar al lado del chico gay? En realidad yo no creía tener problema con las personas homosexuales o de algún aspecto que fuese diferente de lo que es "normal", sin embargo...

¿Qué dirían los demás?

Tardé algunos segundos en responder pero asentí dubitativo finalmente. Y esos ojos soñadores decorados con el mismo brillo del que se jacta la luna, se encargaron de romper algo dentro de mí, porque lo sentí caer y lo escuché estallar.

Así que esa tarde lo miré de nuevo en el laboratorio, él se encontraba sentado de espaldas a la puerta cuando yo llegué, caminé recatado y me senté junto a él. Y la despreciativa idea que atenuaba mis ansias me recalcaba con cautela la suerte que tenía de que ninguno de mis amigos hubiese ingresado al mismo equipo de prácticas, pues en el fondo no deseaba ser visto con tanta frecuencia en compañía del chico gay.

-Me adelanté a desarrollar una metodología para trabajar nuestro proyecto – dijo mostrándome unos apuntes. ¿En qué momento? Si habían pasado apenas diez minutos desde que inició el horario de prácticas – Llegué algunas horas antes porque tenía tiempo libre – dijo finalmente, entonces todo tuvo sentido.

Miré detenidamente sus diagramas y los fundamentos que había utilizado; era brillante. Le sonreí sorprendido y aliviado, era como tener un instructivo para realizar mi proyecto sin problemas... es decir, nuestro proyecto. Me explicó un par de cosas con las que no estaba muy familiarizado y se marchó unos minutos antes que yo.

Terminé de preparar algunos materiales que necesitaríamos los próximos días y me marché a casa. Pensé en Frank de pronto, no conocía mucho de él, pero me tomó un solo día notar que era realmente inteligente y amable, su cercanía irrespetuosa por mi espacio personal y su aura de tranquilidad me ayudaban a permanecer relajado a su lado. Abrí el mensaje que me había enviado para registrar su número y el deseo de responderlo me orilló a escribir sin consultarlo previamente con mi cerebro.