CELO (Boku no Hero Academia)

Parte 3. CELO 03

CELO

By: K.G.Á.É.

Mentí. Aún estoy leyendo sus comentarios, así que los agradecimientos y dedicatorias las editaré después, porque debo ir a clases :, (

¡Gracias por su apoyo!

Y adivinen quién llega en este capítulo... : D

Boku no Hero Academia no me pertenece.

CELO

Si su madre le llama estúpido cuando vaya a visitarle, Katsuki no dará tanta pelea como siempre.

Katsuki odia estar en celo, porque lo vuelve idiota.

Generalmente, puede disimular sus pensamientos estúpidos.

Está ocasión, es una excepción.

En su desesperación, Katsuki tomó más de lo que debía de los supresores, teniendo como resultado: Su sentido de la realidad distorsionado. Al menos, eso le dijeron.

Y por lo que escuchó de Kirishima, su cuarto es un desastre. En cualquier caso, no estará necesitándolo hasta que su celo pase.

Su celo siempre fue anormal. Comenzando por presentarse en una edad demasiado temprana, causando problemas innecesarios.

Katsuki sospecha haber despertado una memoria enterrada.

Prefiere tener control de todo lo posible en su vida y odia que en esta ocasión sea distinto. Le da migraña el tratar de recordar sus actos y maldice a su cuerpo por reaccionar a la defensiva.

Odia más que Deku no haya aparecido por los alrededores en ningún momento.

Odia que el nerd se concentre en ser un buen sucesor. Lo odia porque, a diferencia de Deku, él debe permanecer encerrado en ese lugar hasta que su salud se restaure.

Maldice, porque la visita de Kirishima implica que varios saben lo sucedido. Empezando por la persona quien le cambió de ropa. A quien desaparecerá.

¡En cuanto investigue quién fue!

Arroja al suelo los deberes que le han llevado, para que no se quede atrás. Seguramente, más tarde los retomara. De momento, se ha fastidiado.

Lo teórico no es suficiente, su cuerpo necesita moverse.

Si hay algo que odia, es estar restringido.

Patalea un poco aun recostado, frustrado.

No está acostumbrado a pasar su celo lejos de Deku.

Desde antes que comenzara, Deku estaba alrededor. Entrar en celo no marcó gran diferencia. Desde que tenía memoria, Deku siempre estaba en las cercanías...

Aunque no fuera requerido.

Katsuki se encargó a diestra y siniestra de quien intentó burlarse o aprovecharse de él, por su condición de omega. Les mostró su fuerza.

Y se quiso hacer desaparecer a sí mismo, cuando se dio cuenta que la cercanía con Deku se sentía necesaria en los días más activos de su celo.

Deku había sido el único que lo había visto doblegarse por su condición, el entrometido le había ofrecido su ayuda. Katsuki por supuesto había usado su quirk, del mismo modo que un gato usa sus garras para deshacerse de molestias.

Y como un buen amante de gatos, el idiota había regresado por más daño. Acompañándolo en contra de su voluntad.

En un pacto silencioso, Deku acompañaría a Kacchan hasta que estuviera mejor. Aún si Katsuki seguía sin estar de acuerdo con tal cosa.

Katsuki había terminado por usarlo de recargadera humana para tomar siestas hasta sentirse mejor. Y entonces, Deku había desarrollado una especie de radar que sabía cuándo Kacchan estaba 'perfectamente bien, sin su ayuda', y terminaba llegando con la respiración agitada 'por si acaso, Kacchan ocupaba cualquier cosa'.

Bromear con el 'cualquier cosa' había resultado divertido, cuando Deku enrojeció al entender el doble sentido de las palabras de Katsuki (consecuencia de tener juntas raras).

Lo cual había dejado de ser gracioso, cuando su pecho dolió por sus propias palabras, al decir que era obvio que bromeaba. A lo cual, Deku sólo había asentido sin verle.

En aquel momento, Katsuki sólo había chasqueado la lengua. Y desde entonces se volvió más común que Katsuki se metiera con Deku. Porque necesitaba contacto.

Su maldito contacto.

Ahora, Katsuki estaba molesto porque el radar de Deku, de seguro, estaba tan descompuesto como su estúpido switch de alfa.

Katsuki pataleó un poco más y contempló la patética idea de 'pensar' en el idiota ausente.

Se abstuvo de tocarse, en cuanto se sintió molesto. Al suponer que Deku estaría con alguien más en ese momento. Se odió y consideró apretujar esa maldita parte suya que clamaba la atención de ese nerd y estuvo a poco de explotarse el ano que también respondió al recuerdo de Deku.

Katsuki no era idiota, y obviamente no se atacaría a sí mismo.

No aún.

Se cobijó y esperó caer dormido para dejar de pensar.

En sus sueños, al menos podría ceder a sus recuerdos, y recrear la otra presencia. Estirar su mano. Y encontrar al idiota a su lado, mirándolo con cara preocupada, como solía hacer. Y llamarlo:

—Deku—

Para escuchar...

—No soy Deku-kun—

Y fruncir el ceño, porque era obvio que no era el nerd. Porque cuando estiraba su mano y tocaba el rostro de Deku no se sentía tan... ¡redondo!

Bakugo arrojó a esa existencia en sus manos, levantándose de prisa para hacer un doble ataque, lanzando su almohada al intruso.

—¡Auch!—

Intrusa...

—¡¿Qué demonios haces aquí, Uraraka?!—confirmó sus sospechas.

Y gritó rojo de ira y de una vergüenza que nunca admitiría.

¡Más le valía a Uraraka tener una buena razón, 

para entrar a su autoproclamado territorio!

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N/A: ¡GRACIAS POR LEER ESTO...!

Y SI DEJAN COMENTARIOS ¡GRACIAS TAMBIÉN POR ELLOS!

Por otro lado, hora de romper corazones.

Mi tiempo para esta historia se reducirá, porque se viene la semana TodoIida en un grupo de Facebook en el que estoy y etc. Igual, haré lo posible por trabajar en el siguiente capítulo.

¡Espero les haya gustado...!

*La imagen usada de portada tampoco es de mi propiedad, la guardé desde google.