Capitulo II. Parte III.

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Fui invadido por pesadillas otra vez esa noche. Los detalles eran borrosos, pero la opresión en mi pecho y la almohada húmeda debajo de mi cabeza cuando me desperté con un sobresalto eran lo suficientemente vívidos. Me quité las mantas y rodé sobre mi estómago. Cuando cerré los ojos e intenté volver a dormir, la imagen de mi sueño regresó en un instante. Había estado mirando la planta de un adorable pie, con los dedos apuntando hacia el cielo. ¿Era el pie de Baekhyun?. En el sueño, me acerqué para tocar la suave piel, pero antes de hacer contacto, una enorme araña negra se posaba sobre los dedos de los pies. Descansó allí, mirándome con cuatro brillantes ojos rojos. Fue entonces cuando me desperté.

Buena suerte, mi trasero. Esa araña me asustó muchísimo. Tenía que ser algún tipo de mal presagio.

Lo supe tan pronto como llegué a la escuela y vi a Baekhyun en su casillero. No parecía él mismo. Su cabello generalmente lucía suave como la seda, pero esa mañana era un desastre, como si ni siquiera se hubiera molestado en peinarse. No llevaba delineador de ojos. Iba sin bufanda, sin pulseras, sin cordones de colores en los zapatos. Solo una simple sudadera con capucha y jeans como todos los demás. Me pregunté cómo se verían sus calcetines ocultos dentro de sus zapatillas. Seguramente estaban llenos de colores, con algún diseño ridículo. A Baekhyun no le iba lo monótono.

¿Estaba bien?, ¿Simplemente se había quedado dormido?. Estuve pensando en sus calcetines todo el día. Si solo hubiera podido verlos, habría sabido si él estaba bien o no.

Cada vez que lo veía, quería que me mirara, pero él no hacía contacto visual. Incluso traté de saludarlo discretamente cuando pasé junto a él en el pasillo, pero él me ignoró. Sé que él me escuchó. Vi como sus labios se apretaban en una línea firme antes de que acelerara el paso y se alejara de mí.

Fue peor durante el almuerzo, cuando al menos una docena de personas pasaron frente a su mesa, burlándose de él por los zapatos que habían visto colgando frente a la escuela. Terminó dejando la cafetería temprano. Por un momento, miró en mi dirección mientras salia.

¿Que se suponía que debía hacer?.

🎁

Hice la única cosa en la que pude pensar. Confeccioné una araña arcoiris. Yoora se sentó a mi lado en el taller. Ella se aseguró de decirles a todos que yo era su hermano y que estábamos haciendo arañas arcoiris. No necesitaba un espejo para saber que me había puesto de un saludable color rosa cuando ella soltó: —Chanyeol está haciendo una araña arcoiris para su amigo, Baekhyun. A él le gustan los gatos y los arcoiris.

Estaba seguro de que algunas de las señoras allí también habían estado presentes la semana pasada. Seguramente empezaban a hacerse preguntas sobre mí.

—No, se supone que no debes hacerlo así. —dijo Yoora, interrumpiendo mi colapso mental. Levantó una pata de araña y la movió delante de mí. —Se supone que debes hacerlo así. —Ella era muy hábil con las manualidades para tan solo ser una niña de cinco años.

—Al menos no tenemos que meter un corazón dentro de este. —suspiré.

Ella alzó un contenedor brillante. —Pero podemos usar brillantina.

Y así fue como abandoné el taller cubierto por brillantina multicolor.

Mientras ayudaba a mi mamá a cargar el SUV, pensé en Baekhyun. Esperaba que le gustara el regalo. Esperaba que lo animara. Tal vez eso lo sacaría de su tristeza. Aunque él no sabría que era de mi parte. Si quería arreglar las cosas entre nosotros, tendría que hacer algo más personal.

—¿Mamá?. —Dije mientras metía mis manos en los bolsillos de mi abrigo y miraba el concreto.

—¿Qué pasa, Chanyeol?, ¿algo anda mal?.

Sock it to me, Santa! // Chanbaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora