[Rakan x Xayah] Un nuevo despertar [League Of Legends]

[Capítulo 13] |Extraño turismo|

Rakan se quedó en blanco al escuchar aquellas palabras, y una boba sonrisa se instaló automáticamente en su rostro. ¿Quién iba a decir que le corresponderían el cortejo de aquella manera?

No sabía el por qué, pero al contrario de otras ocasiones cuando estaba ligando con chicas, no le respondió, sino solo sintió como si quisiera gritar a los cuatro vientos.

Gritar durante todo el día entero, a decir verdad, y sin poder articular palabra alguna, sensación que sentía en aquel mismo momento.

— G-Gracias.— Se le fue imposible evitar tartamudear al agradecer, pero pronto aquel ambiente se rompió por la risa de Xayah.

— Nunca pensé que iba a verte así de nervioso.— Comentó entre risas la vastaya mientras que le sonreía.

— Bueno, no estoy acostumbrado a que me devuelvan los piropos.— Mintió pasando un brazo tras su espalda.

— ¿De verdad? Pensé que al ser popular estabas acostumbrado.— Una sonrisa burlona se instaló en su rostro al ver cómo Rakan asentía mirando hacia un costado.

Era notable que estaba mintiendo de forma descarada, pero quizás tenía sus motivos, por lo que dejó de hablar sobre ese tema.

— Lo mejor ahora será ir a comer y después a dormir, estos dos días en los que nos quedaremos haremos turismo.— Aclaró la chica de cabello escarlata, viendo como Rakan dejaba su posado incómodo para empezar a sonreír.

— ¡Genial!— Exclamó tirándose a la cama, tenía ganas de comenzar a explorar aquella nación, y agradeció que no era muy grande, grande sí pero sin exagerar, sino en dos días no verían casi nada.

— Bueno, voy a comprar comida, regresaré aquí en cuanto tenga suficiente comida para aguantar estos dos días. Espérame, no creo que tarde mucho.

— Mientras tanto yo dormiré.— Le dijo para que la chica se marchara tranquila.

Xayah tomó unas cuantas monedas de aquella bolsa y atravesó la puerta de la habitación del hotel, dejando solo a Rakan.

Éste esperó un tiempo para después ahogar su cara contra la almohada, reprimiendo gritos de emoción. Xayah le había devuelto el piropo.

¡Xayah pensaba que sus ojos eran lindos!

Su emoción continuó durante un rato, hasta que sintió que la puerta de la habitación se abría, por lo que regresó a su posición inicial.

No podía dejar que Xayah lo viera así, debía mantener su reputación para poder enamorarla, así que debía cuidar sus acciones ante ella.

— Despierta, dormilón.— Sintió unas manos posarse en sus hombros y zarandeándolo, Xayah pensaba que estaba dormido.

Abrió los ojos e imitó un bostezo, poniendo una cara bastante graciosa en el punto de vista de Xayah.

— He comprado snacks y algunos bocadillos. Vamos a sentarnos.—Rakan asintió y la siguió, sentándose en una de las cuatro sillas, viendo como Xayah abría la bolsa.

La comida pasó entre risas y temas triviales, que tiraban de sus vidas cotidianas a cómo habían resuelto la misión, de la cual Xayah no estaba orgullosa, pues pudieron ser más silenciosos y haber tardado menos.

Pronto, al acabar la comida, decidieron comenzar aquella tarde con el tour por Demacia, tomando bastante dinero por si en el camino se les presentaban tiendas aceptables.

Al salir del hotel se dieron cuenta de que las calles estaban algo más desoladas, pero culparon al hecho de que era la hora donde casi todos solían comer.