Baekhyun solo tenía doce años cuando todo empezó, se escondía tras su madre, mientras ella no hacía más que llorar, él entendía pocas cosas, tal vez su padre estaba muerto, pero no se sentía mal. Baekhyun no lloraba, porque sabía que su padre había querido eso, así que solo pudo despedirse y no volver a verlo jamás.
Cuando todo empezó él era solo un niño inocente, pero la enfermedad hereditaria no dejaba descansar a su madre, pensando que en cualquier momento el pequeño corazoncito de su hijo enfermaría para siempre. Así que le llenaba de pruebas todos los días, porque ella quería estar preparada para lo inevitable. Mientras, Baekhyun solo podía jugar con sus juguetes, sentado en su cama acolchada, su madre le controlaba a todas horas, mientras comía e incluso cuando guardaba el sueño más placentero.
Aquel niño tenía grandes esperanzas sobre sí mismo, tocaba la guitarra, el piano, y hacia lo que cualquier niño normal, jugaba en el parque con sus dos amigos, y les tiraba barro a las chicas que le gustaban, corría de un lado a otro y se negaba a estudiar porque decía que era aburrido.
Un día como otro cualquiera, el sol era fuerte y el chándal reglamentario del colegio donde asistía se le pegaba a la piel, al igual que sus castaños cabellos. Baekhyun había insistido en que era su turno y comenzó a jugar persiguiendo aquella pelota negra y blanca con la mirada preventiva del profesor de gimnasia en su nuca.
-¡Hyunnie pásame!- Chanyeol, su escandaloso y revoltoso amigo agitaba sus manos intentando llamar su atención.
Pero Baekhyun había visto su gran oportunidad para colar el balón entre las piernas del rubio portero que esperaba ansioso a su rival, sabiendo que probablemente fallaría o caería por el camino. Se acercó un poco más, ignorando ya el cansancio y el sol azotando su cuerpo que empezaba a entumecerse. Con toda la fuerza que pudo pateó el balón. El portero estaba demasiado distraído en su compañero que empezaba a tambalearse para concentrarse en el esférico que entro sin ningún problema en la red.
Baekhyun se alegró tanto de meter el gol que empezó a dar saltitos sin darse cuenta de las miradas de sus compañeros, se mareaba por tantas vueltas, pero se asusto cuando notó un fuerte dolor en el pecho, concretamente en el lado izquierdo.
-¿Hyunnie?- Chanyeol y todos sus compañeros e incluso el profesor de gimnasia corrían hacia el pequeño chico que estaba tumbado cuan largo era en el suelo, intentando respirar a bocanadas en un intento desesperado por calmar su corazón.
Baekhyun tenía doce años cuando le vio por primera vez, ese chico alto apoyado en uno de los palos de la portería, vestido de negro con sus cabellos oscuros tapando parte de sus ojos, esos ojos, observaban al pequeño indefenso impasibles y serios. Se miraban, el pequeño intentaba averiguar quién era ese chico tan misterioso mientras que sus fuerzas hacían todo lo posible para que su corazón no dejara de latir.
***
Cantaba, estaba más que feliz, hoy por fin cumplía los veinte años, sinceramente pensaba que no llegaría a esa edad. Pero ahora podía celebrarlo con sus amigos.
Baekhyun iba de un lado a otro de su habitación intentando encontrar lo más parecido a ropa de buen ver en su armario. Nunca había tenido mucha ropa, pero había sido tan repentino que no le había dado tiempo a comprar mucha más.
Chanyeol, Sehun y Minseok habían organizado una fiesta en su honor, esos tres siempre mirando por su Hyunnie, su débil Hyunnie. Porque veinte años no se cumplen todos los días.
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Heart Attack
FanfictionBaekhyun lleva ya ocho años sufriendo del corazón, viviendo la vida al limite porque sabe que en algún momento acabará. Poco a poco se marchita, pero él sigue ahí, persistente, intentando ignorar sin éxito la sombra que le sigue los pasos de muy cer...