Contigo o sin ti... (#2)

Epílogo

Había pasado años desde que David escapó y me secuestró, en el que creí que moriría.
Nuevamente me encontraba parada frente al cementerio, recordando lo mismo día a día...

Tiempo atrás.

—Por favor, quédate conmigo. No te vayas— lloraba desesperada por intentar parar la hemorragia.

—Lilith, lo siento mucho— escuché una voz masculina.

—¡No! ¡Él no puede irse! ¡No quiero que muera!— traté de apretar donde le habían disparado.

—Nena, ya no hay nada qué hacer. Lamentablemente murió— escuché decir a mamá, puso una mano en mi hombro y al instante comenzó a llorar.

Un nudo se formó en mi garganta, intenté pasarlo pero no pude.
Mis manos estaban manchadas de sangre, al igual que mi ropa.

Los policías agarraron a David, lo miré con tanto odio y él sólo sonrió.
—¡Te odio!— grité —Ojalá y te pudras en el infierno.

—Lilith, no puedes seguir así siempre.— escuchar nuevamente su voz no ayudaba.

—¿Qué quieres que haga entonces? La culpabilidad está sobre mis hombros— acaricié el nombre que estaba grabado en la pequeña placa.

—Ya pasó tiempo, Lilith, entiendo que te haya dolido pero tienes que volver a hacer tu vida— cerré mis ojos fuertemente.

—¿Es en serio lo que dices? Es mi maldito problema si quiero seguir así. Lleva tu mierda a otro lugar, ni siquiera sé por qué estás aquí.

Thomas no dijo nada más, sólo dio media vuelta y se fue.
Leí lo que estaba en la placa:

“Shawn Lawrence, siempre te recordaremos como un buen hijo y un buen amigo. Una persona grandiosa está ahora en un lugar mejor”

¿Era malo sufrir por el chico que habías amado a pesar de todo?
Sabía que no, uno escoge con quién quiere complicarse la vida y aún sabiendo cómo es esa persona, nosotros decidimos si quedarnos o irnos.

Pero ésta vez... Alguien decidió si debíamos de estar juntos o no. En esta ocasión ese alguien fue el destino.

Fin.