Tomorrow [JJK]

CAPÍTULO VI

Me pasé el día entero inmersa en una enorme paranoia. Estaba nerviosa por todo lo que pasaría esa noche. Era obvio que Taehyung y Hoseok se estaban cansando de mí después de estar dándoles la lata toda la tarde, así que supongo que la sensación de alivio al ver a Jungkook en la puerta del instituto fue normal. No le dirigí la palabra, estaba demasiado nerviosa y concentrada en mis pensamientos como para hablar. ¡Había tantas cosas malas en todo lo que estábamos a punto de hacer! Es decir, mentir a tu familia con palabras ya es lo suficientemente malo, pero hacerlo delante suyo con acciones era absolutamente letal. Sin duda alguna, me estaba arrepintiendo de todo aquello.

Nuestras manos habían conectado con naturalidad, y cruzamos la puerta de salida. Por primera vez no me encogí cuando su piel rozó la mía y sus dedos ocuparon los espacios libres de mi mano. Mi mente estaba demasiado preocupada como para reflexionar sobre mis acciones físicas, y apenas me percaté de las miradas y los continuos "nos vemos" que la gente nos dirigía mientras cruzábamos la carretera y nos dirigíamos a mi casa.

Jungkook no intentó romper el silencio ni una sola vez, y aunque no lo admití en voz alta, le apreciaba por el mero hecho de no intentarlo, ya que solo me habría puesto más nerviosa e irritable. Fue solo cuando llegamos a la puerta de mi casa, y aún me pregunto cómo lo hice para guiarnos hacia allí teniendo la cabeza completamente absorta en otras cosas, que decidió romper el silencio.

- ¿Es ésta? - preguntó, posando la mano suavemente sobre la cerca de metal que rodeaba el patio de mi casa.

Asentí, y él abrió la puerta con rapidez. El nudo de mi estómago se intensificó. Ahora que estábamos en mi territorio, todo parecía más real.

El camino hasta casa nos llevó más tiempo de lo que había planeado, y en parte me alegraba por ello. Jungkook me había hecho esperar un buen rato en la puerta del instituto, y había empezado a hacerme la idea de que se había olvidado de nuestros planes. Siendo sincera, una parte de mi cerebro lo estaba deseando. Yo también había sido causante del retraso, ya que la constante batalla que había tenido dentro de mi cabeza durante el trayecto me había hecho caminar más despacio. Eso, y el hecho científicamente demostrado que dice que cuando caminas acompañado, lo haces más lentamente, nos habían retrasado casi media hora.

Nos acercamos a la puerta; mi mente rebobinó hasta la conversación que había tenido esa mañana con mi padre. Había dejado bien claro que Jungkook "trajera sus modales", así que tan poco preparados cómo estábamos para afrontar esa cena, fue la única cosa que me pareció importante recordarle.

- La única cosa importante es que tengas cuidado con tus modales. - dije finalmente rompiendo el silencio que yo misma había empezado; la voz me salió más exigente de lo que tenía planeado. Jungkook abrió la boca en reproche, aunque la oportunidad de decir nada se le escapó cuando la puerta de mi casa se abrió; mamá nos estaba esperando con los ojos brillantes.

- Señora Kim, un placer conocerla. Me llamo Jungkook. – dijo el esbelto muchacho esbozando una sonrisa reluciente y besando suavemente la mejilla de mi madre. No recordaba haberle mencionado nunca mi apellido.

- ¡Oh, por favor, llámame Han Seol! Y por favor, pasa. - sonrió, apartándose para que pudiéramos pasar.

Cruzó la puerta y se secó las zapatillas en la alfombra de vinilo, para después dejar la mochila suavemente en un rincón; tirando de mí con la mano que aún tenía sujeta me ayudó a cruzar el portal. No me había hecho falta enseñarle a comportarse, cosa que me había sorprendido. Su gentilidad hizo que parte de mis preocupaciones se desvanecieran. Era muy extraño ver a ese chico, con piercings, tatuajes, que tenía fama de casanova y fumaba con sus amigos, comportarse educadamente.