OS (Personajes Percy Jackson y Tú)

Siempre hay una excepción Parte 2

ChicoXChica

-NICO, DESPIERTA- gritó una voz en mi oído.

-Afuera Hazel, estoy durmiendo- me quejé, cubriéndome firmemente con la sábana a mi lado.

-Son las dos de la tarde, tienes que despertar o no llegaremos- me movió de un lado a otro.

-¿A dónde?- pregunté cansado.

-Es una sorpresa- sonrió- Ahora bañate y cámbiate. Partiremos después de comer.

-¿A una misión?- inquirí confundido, descubriendo mi rostro.

-No, ahora haz lo que te dije. Vendré en unos minutos- y, sin más que decir, salió de la cabaña.

Con más ganas de morir que de seguir respirando, fuí a ducharme para posteriormente ir al comedor.

Las mesas de los tres grandes estaban juntas y todos mis amigos estaban ahí.

-¿Ahora qué?¿A dónde iremos? - cuestioné, viendo hacia todos ellos.

-Luego lo sabrás, primero tienes que comer algo- Hazel comentó, probando su comida.

Rodando los ojos, pedí una hamburguesa y papas fritas.

Todos me veían, estaban muy felices y eso solo logró hacerme sentir incómodo.

…

-¿Ya terminaste de comer?- preguntó Leo por quinta vez.

Tan solo estaba comiendo más lento debido a que era divertido ver sus caras. Todos parecían desesperados.

-Umm, no lo sé, todavía me quedan las papas- murmuré viéndolas.

-Ya me harté- escuché decir a Percy, quién de un puñado se metió todas mis papas fritas a la boca- Lifdo, wra brodewos iwnos- balbuceó con la boca llena.

-Ahora vámonos- Jason ordenó, levantándose de la mesa seguido de todos los demás.

Hazel me arrastró con ellos llegando a los límites del campamento y seguimos hasta salir del bosque, en el cual gracias a los dioses no nos topamos con ningún monstruo.

-¿Ahora qué?- inquirí, cuando estuvimos rodeados de edificios.

-Es por ahí- Annabeth señaló un lugar repleto de personas.

Literalmente había tantos mortales en aquél edifio, que la fila llenaba las siguientes cuatro cuadras.

-¿Por qué estamos aquí?- pregunté nuevamente.

-No creo que a ella le agrade ese animo- Leo arrugó el entrecejo.

-¿A quién?

-Después lo sabrás- Piper habló esta vez.

-Ya estoy harto de eso, ¿No saben decir otra cosa?- inquirí con cansancio.

-¿Tú no sabes hacer más que preguntar o quejarte?- Leo reprendió del igual manera.

-Chicos, basta. Tenemos que seguir- Hazel nos detuvo.

Con ese último comentario y tomando el resto de cordura que todavía no perdía, llegamos al frente de todos los que estaban haciendo fila, situandonos así a pocos pasos de la puerta de aquél edificio.

Las quejas y reclamos de los mortales detrás de nosotros no tardaron en hacerse escuchar, logrando exasperarme aún más.

-TENEMOS BOLETOS VIP- gritó Leo, enseñando unos papeles, pero ni eso hizo que los demás dejaran de abuchearnos.