Kris

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El turbulento año que le siguió a su ruptura con Chanyeol estuvo marcado por la desidia. De pronto le dejaron de importar lo que sus padres digan sobre su corto salario, sus amigos sobre el hecho de que simplemente no quisiera hablar sobre lo que había pasado con Chanyeol o siquiera su jefe sobre esa maestría que por fin se había decidido a llevar.

Nadie que conociera bien a Kyungsoo podría tildarlo de dramático. Sin embargo, tal vez, solo tal vez, se le había pasado la mano esta vez. Sin decirle a nadie y en un día cualquiera compró un pasaje de avión y nadie supo dónde estaba hasta que por fin sus abuelos llamaron a su madre para avisarle que Kyungsoo se quedaría con ellos durante un tiempo.

Sus abuelos vivían en una provincia muy alejada de la capital. Todo, desde el ambiente caliente y húmedo hasta la arquitectura de las casas del pueblo resaltaban el cambio tan grande de escenario. Cuando niño había pasado muchos veranos felices con sus hermanos en este lugar, pero desde hace unos años que ya no iba con tanta frecuencia y tanto su mente como sus sentidos le agradecieron haber vuelto. Cuando abrazó a su abuela esa noche antes de dormir, decidió que era justo lo que necesitaba.

Fueron un par de meses reparadores y cuando volvió a la ciudad parecía un hombre cambiado. La relación con Chanyeol ya no era una herida abierta y ahora podía hablar de eso tranquilamente, pero se notaba que la llevaba como una marca de batalla. Ahora se veía como un hombre adulto.

Más pronto que tarde Chanyeol estuvo en su puerta y con la misma determinación con la que un carnicero va al matadero y tal vez con la misma mirada, Kyungsoo le dio un golpe en la cara, le dijo: "Se acabó. No vuelvas más" y le cerró la puerta en las narices. Nunca más se abrió la puerta de esa casa para él, sin importar cuantas veces fuera, que acampara o que gritara. Nadie, ni el padre, ni la madre, ni Jihyo o ni siquiera Minho, que era con el que más simpatizaba, le abrió nunca la puerta y así supo que ellos también estaban enterados de lo que había hecho.

Los amigos de la pareja estaban estupefactos, la pareja perfecta había terminado de buenas a primeras unas semanas después de anunciar su compromiso. Nadie sabía nada, ni siquiera una sola persona podía decir que sabía lo que había pasado de forma definitiva. Lo único que estaba claro era que había sido culpa de Chanyeol. Aun así, ante la negativa de Kyungsoo a socializar y menos a hablar al respecto, y tal vez por la misma naturaleza de los implicados en el escándalo, la gente tendía a simpatizar con Chanyeol. Conforme pasaron las semanas y luego meses, los conocidos habían avanzado al próximo gran chisme, el único que no olvidaba era Minseok.

Cuando Minseok por fin se reencontró con Kyungsoo después del intempestivo viaje a la provincia, quedó anonadado. Efectivamente, era un Kyungsoo diferente. Lo primero que le pidió es que salgan a divertirse. Normalmente era Minseok el que tenía que rogar a Kyungsoo para ir a un bar o una discoteca, pero ahora era al revés. Minseok pensó que tal vez después de este tiempo su amigo estaría listo para hablar sinceramente sobre cómo se sentía y se desahogara con él, como una persona normal supera sus rupturas amorosas. En su lugar, su mejor amigo, había engañado a todo el mundo con una soberbia actuación de hombre maduro que no sufre por nadie, y ahora quería engañarlo a él también, pero no contaba con que nadie engaña a Kim Minseok, el chico con más pretendientes en su generación.

Como Kyungsoo insistía, Minseok decidió seguirle la corriente, quería ver hasta dónde era capaz de llegar su amigo. En el bar Kyungsoo había bebido de más, tenía que hacerse de alcohol líquido para lo que seguía, mientras, su mejor amigo, lo observaba agudamente.

El plan era el siguiente, irían a la discoteca más concurrida por sus amigos y encontraría al chico más sexy del lugar, le estamparía un beso y se lo llevaría de vuelta a su casa ante los ojos chismosos de todos sus conocidos. Era, tal vez, el plan más trillado de todo el mundo, pero sabía que funcionaría, sabía que al final lograría su cometido, herir a Chanyeol.

Con lo que Kyungsoo no contaba fue que aún con valor con líquido, no tenía el estómago para acostarse con un completo extraño. Culpaba a las monjas de su colegio por esto. Así, cuando Minseok se acercó a él con una mirada comprensiva, aceptó su derrota.

Por esta razón se encontraba en un pequeño bar, a las tres de la mañana, a punto de comenzar a contarle a su mejor amigo los detalles de su fallido plan cuando por la puerta del local entró justo lo que estaba buscando: Kris.

La cartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora