Minseok todavía no podía decidirse entre el saco azul o el rosa, y no era para menos, ambos le quedaban fenomenales y hoy debía lucir aún mejor que de costumbre, sus amigos le habían preparado un brunch en un restaurante carísimo para festejar que en unas semanas sería un hombre casado y obvio que quedarían fotos para la posteridad. Por fin se había decidido por uno cuando escuchó unos golpes secos en la puerta principal de su casa. No le dio mayor importancia porque ya estaba tarde y dejo que la muchacha atendiera, pero en menos de cinco segundos una fuerza de la naturaleza lo estaba empujando hacia su cama.
-¡¿Qué diablos?!-dijo Minseok al verse sobre su espalda y a un hombre gigante encima suyo
-¡Maldita sea, Minseok! ¡Maldita sea!- La voz que reclamaba su nombre era profunda y áspera, casi de ultratumba, tan oscura que le levantó los pelitos de la nuca, pero que más que odio transmitía dolor y no pudo evitar sentir como si lo golpeara en el estómago. Era una imagen que Minseok nunca había visto, Chanyeol estaba obviamente bebido, tenía la cara contorsionada en una mueca virulenta, mostrándole los dientes como una bestia, pero al mismo tiempo tenía los ojos hinchados y rojos y parecía que rompería a llorar en cualquier momento.
Minseok estaba en shock, pero no se atrevía a pronunciar palabra. Se quedaron en silencio por un momento que pareció eterno y tal como lo esperaba, Chanyeol comenzó a sollozar. Minseok aprovechó para quitárselo de encima y aunque no tenía ni la menor idea de lo que estaba pasando, solo alcanzó a acomodarlo en la cama antes de que el gigante se quedara dormido.
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Minseok estaba lívido. ¡Cómo se atrevía! ¡Encima que le había concedido la gracia de aceptar casarse con él! ¡Maldito Chen traidor!
El hombre de cabellera rubia caminaba de una lado a otro en el estudio y en el fuerte agarre que tenía sobre el celular se veía que no estaba precisamente de buenas.
-Aaaaaghhhhhhhhhhhhhhh-soltó un suspiro que más parecía un grito de guerra-¡¡¡Ya sabía yo que eras demasiado corazón de pollo para estas cosas, por eso no te cuento nada!!! ¡¿Y ahora que me hago yo con este borracho de dos metros que me va a querer matar cuándo despierte?!
-Amor, yo solo quería que Yeol supiera las cosas como son, y seguro que tú me ibas a desplumar primero. Además tú...
-Tú te callas, ¿ok?- Chen casi podía escuchar el chasquido de los dedos de su prometido- Que no tenías vela en este entierro y por tu culpa estoy en estas. Me vale un cacahuate si la virgen te habla, ¿me entiendes? Tu lealtad es conmigo y ya te dije que sólo así nos casamos ¿capiche?
-Sí, amor-Minseok podía escuchar el puchero de su novio y demonios que funcionaba. Chen sabía que su Minnie no se resistía a los pucheros y se dio cuenta de que Minseok ya se había tranquilizado un poco.
-Si me hubieras preguntado primero nada de esto estaría pasando, caray-Dijo Minseok a modo de queja-Y me perdí mi brunch, Jondae. ¡Y yo amo los brunchs, traidor!
-Minnie bebé, te juro que no sabía que iría así...
-Más te vale que llegues antes de que despierte, tenemos que pensar que le vamos a decir y-Minseok no pudo terminar la oración cuando la misma voz que lo espantó hacía unas horas aparecía de nuevo.
-¿Quétal si me dices la verdad? Y te recomiendo que comiences por el por qué tenías esa carta.
El capítulo es cortito, pero moría de ganas de subir algo más y bueno, además quería poner más Chenmin. Minnie es rubio aquí, porque me encanta rubio :)
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La carta
Fiksi PenggemarChanyeol lleva una vida tranquila hasta que una carta del pasado lo encuentra.