Bye, babe

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Chanyeol había estado esperando pacientemente por dos semanas, dos semanas desesperantes en las que se había obligado a sí mismo a estar compuesto, tranquilo y definitivamente a no acosar a Do Kyungsoo. "...parece que volvió con su ex...", esas palabras aun rondaban su mente, él no se había imaginado esas palabras, eran reales y serían realidad cuando Kyungsoo apareciera por la puerta del departamento que iba a ser de ambos cuando se casaran.

Pero otra semana pasó y Chanyeol comenzó a impacientarse. Él simplemente no venía.

Su propia piel comenzó a irritarle, el trabajo se le volvía tedioso, los amigos se habían convertido en molestias y sentía que iba a explotar en cualquier momento. Quería esperarlo, darle su espacio, pero simplemente no podía más con la incertidumbre que tenía atracada en la garganta.



Llevaba una gorra negra, lentes oscuros y se sentiría avergonzado si no es que estuviese tan concentrado en su objetivo. Sabía que no sería bien recibido en el hogar Do y Kyungsoo había dejado amigos y lugares comunes, así que había decidido buscarlo en la salida de su trabajo. Y justo cuando comenzaba a inquietarse lo vio saliendo del edificio. El plan era enfrentarlo, pero sus piernas no funcionaban, estaba paralizado. Así que lo siguió.

Lo siguió a través del tráfico de los buses, entre el mar de gente, lo vio entrar en una galería del centro y después lo vio enrumbar hacia otra parte de la ciudad, ya estaba poniéndose el sol cuando finalmente salió de una florería, estaba cargando un ramo de flores, eran margaritas blancas y por primera vez después de mucho tiempo lo vio hermoso, etéreo, inalcanzable. Se enamoró de nuevo y se le partió el corazón también todo en un par de un minutos.

Entonces supo que era ahora o nunca. Salió del auto y se le plantó en frente.

Kyungsoo POV

Estaba volviendo a su casa cuando de pronto, frente a él apareció el chico de sus sueños y pesadillas, Chanyeol.



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-¿Qué demonios crees que estás haciendo apareciéndote así, Chanyeol?-dijo por fin Kyungsoo tratando de sonar calmado, pero sin lograr de ocultar su creciente enojo.

El viaje al departamento de Chanyeol había transcurrido en el más ominoso silencio y así también el camino desde la calle hasta la puerta principal. Esa era la primera frase que había salido de la boca de Kyungsoo.

-Yo...hablemos. Sabía que si le decía sobre Kris era una conversación perdida-Creo que ya es tiempo de que por fin arreglemos esto-dijo lo más serio posible.

-¿Es que todavía no has entendido? Tú y yo ya no somos nada- y rápidamente se acercó a la puerta del departamento. Entonces como despidiéndose y de espaldas al alto solo dijo: Se acabó.

Pero Chanyeol no lo podía dejar ir, no ahora cuando la esperanza había comenzado a crecer en su pecho nuevamente. Entonces le tomó del brazo, pero antes de que pudiera traerlo hacia su cuerpo y abrazarlo como no lo había hecho hacía meses, se desató el infierno.

- ¿Por qué no podemos solo hablar? ¿Por qué no arreglamos esto? Por favor- no se había dado cuenta que su voz sonaba partida y que probablemente había comenzado a sollozar.

Kyungsoo podía como su piel ardía, esas manos sobre su cuerpo que una vez lo llenaron de amor y de pasión ahora lo quemaban con dolor.

-¿Quién carajos te crees? ¿Quién mierdas te crees?-dijo entre dientes. Ya no podía ocultarla más, la rabia contenida bajo la imagen de joven digno y orgullos salía ahora a borbotones. Se soltó de Chanyeol y volteó a ver su cara, necesitaba decirle todo lo que tenía dentro o la rabia se lo iba a comer vivo.

-¿Quién eres tú para seguirme, para hablarme, para tocarme? Tú ya perdiste ese derecho hace mucho tiempo-sin darse cuenta lo estaba empujando- Yo ya no soy ese chiquito estúpido que te creía esos cuentos de que éramos felices y de que nos íbamos a casar-entonces una risa vacía se apoderó de la habitación-es que la verdad es que era un pobre idiota, mira que creerme toda esa mierda...pero no te preocupes que ya aprendí la lección, yo también la estoy pasando muy bien...

-¡Basta, basta, ya basta! ¡Ya estoy harto! ¡Estoy cansado de rogarte, de pedirte que hablemos!- Había gritado y sabía que no era la forma de acercarse a Kyungsoo, pero no soportaba seguir escuchándolo, estaba frustrado de que no lo dejara hablar- No me dejas verte, no me dejas hablarte, te largas a un pueblo en sabe Dios dónde durante meses, luego cuando por fin apareces de nuevo estas con ese hombre que seguro solo se quería aprovechar de ti, que solo quería lastimarte, yo no puedo permitir...

-¿Tú no puedes permitir qué, Chanyeol?-escupió con rabia Kyungsoo-Parece que tú no entiendes, parece que se te pegó lo estúpido, esto no es una peleita de enamorados, Chanyeol, no, no es que nos peleamos por el sabor del pastel y estamos disgustados, no es algo que si me pides perdón yo te voy a perdonar así como así. Yo, yo no te estoy pidiendo que te arrodilles, que hagas genuflexiones, no te estoy pidiendo que hagas las 12 tareas de Hércules para perdonarte. YO NO-TE VOY-A PERDONAR.

Chanyeol nunca había visto a Kyungsoo así, su Kyungsoo era cálido y dulce, no un ser tan lleno de rabia como la persona que ahora veía. Y tenía razón, el hombre frente a él era como una bestia herida.

-Si necesitas que te lo diga con todas sus letras para que me dejes en paz lo voy a hacer: Yo no soy el niño fresa que te va a perdonar porque ya habíamos quedado con la boda, porque fuimos novios de años, porque nuestros papás se caían bien o porque perdí mi virginidad contigo. Yo no voy a ser el esposito bueno que te va a esperar con las piernas abiertas y la cena lista cuando llegues de tus benditas visitas parentales o el esposo recién casado que se queda quietito tomando el té en el club mientras tú te vas a acompañar al puto ese a sus controles prenatales, no voy a ser el padrastro bueno que hace galletitas y se queda los fines de semana para pasarla atendiéndolos a ti y al hijo de ese hombre. YO MEREZCO MÁS QUE ESO. Yo merecía un hombre que no me hubiera sido infiel, un hombre que no tuviera un hijo con otra persona.

Kyungsoo se limpió las lágrimas con las mangas de su camisa. Antes de salir de ese departamento para siempre y con la mano en la perilla, Kyungsoo dijo finalmente: Te deseo que seas muy pero muy infeliz.

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