XLIII. <<Nykes>>

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Pasaron la noche juntos en aquella habitación del hospital al que la habían llevado por el accidente que se presentó con ella el día anterior.

Ambos dormían plácidamente en las posiciones que habían quedado en la noche anterior, ella seguía acostada sobre su pecho mientras la mano de él descansaba sobre su espalda.

La enfermera entró a la habitación y abrió las persianas dejando que los rayos del sol entraran a iluminar la habitación, seguido de eso organizó los regalos que le habían llevado a _________ y los puso todos en un solo lugar.

Nathan fue el primero en despertar y encontrar a la enfermera con ellos. Trató de no hacer ningún movimiento brusco para no despertar a la morena, por lo que tomó su almohada e hizo que esta lo reemplazara pero fue en vano ya que ella despertó al no sentirlo a su lado

-Buenos días- los saludó la enfermera con una sonrisa en sus labios-. ¿Cómo amaneció señorita?

-Bien- respondió ella mientras se estiraba-. Ouch- se quejó por lo bajo

-Le daremos de alta al medio día pero deberá seguir todas las indicaciones que le daremos- le dijo la enfermera. Ella asintió-. ¿Alguien estará pendiente de usted?

-Yo- respondió Nathan por ella. ________ lo miró extrañada, no lo dejaría esta vez

-Venga conmigo, le daré las fórmulas médicas y las indicaciones necesarias- le dijo la enfermera antes de salir de la habitación. Nathan la siguió y ________ se quedó viendo como ambos se marchaban

-Toc toc- pronunciaron al tocar la puerta seguidas veces

-¿Quién es?- preguntó ella divertida

-¡Yo!- exclamó alegre Josh entrando a la habitación con un peluche en sus manos-. Buenos días- la saludó con un beso en su frente y se sentó a su lado-. ¿Cómo amaneciste?

-Bien, mejor. ¿Tú?- preguntó ella

-Algo preocupado, Emma y yo nos quedamos aquí hasta tarde para hablar con el doctor sobre tus cuidados y no volverás a trabajar dentro de 3 o 4 días

-Pero ya me siento mejor- chilló la morena-. Mira, ya me puedo levantar y honestamente no siento ningún... ¡Ouch!- se quejó al tratar de levantarse con agilidad de la cama. Josh la agarró y la ayudó a acomodarse de nuevo

-¿Decías?- le preguntó él burlón

-Sí, burlate, burlate- le respondió ella sarcástica

-¿Dónde está Nathan?- preguntó Josh curioso

-Hablando con la enfermera sobre las indicaciones que tengo que llevar para poder recuperarme y blah, blah, blah- le dijo ella sin prestar atención

-¿Él te cuidará?- le preguntó él curioso. Ella asintió

-Aunque no por mucho, no dejaré que lo haga

-Entonces lo haré yo- respondió él. Ella soltó una sonora carcajada

-Tú menos. ¿Qué tan difícil puede ser tomar pastillas y estar en reposo por unos días? Digo, lo puedo hacer y

así no distraigo a nadie- le dijo ella

-Mira lo que te pasó por ser tan cabeza dura- le dijo Josh señalando su vientre-. Deberías dejar que alguien te cuide

-Esta bien, le preguntaré a una de las enfermeras si puede irse conmigo por unas horas y...

-¡No!- exclamó Josh-. Odio cuando eres cabeza dura

-Y yo odio cuando no me dejas hacer las cosas que quiero

Dagger, Nathan Sykes. {Novela De The Wanted} Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora