XLVI. <<Bienvenida a casa bonita>>

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Sonrió por lo bajo y sintió el olor de su perfume colarse a través de sus fosas nasales.

Giró sobre sus talones y lo primero que hizo fue robarle un beso. No le importaba si los veían, no importaba que ella acabara de llegar y quería dormir, no le importaba nada más que abrazarlo y agradecerle lo que él había hecho por ella.

-¿Cómo estuvo el viaje?- le preguntó él luego de que se separaran. Ella sonrió tristemente

-Largo y exhausto- le dijo ella-. Josh y Stacey todavía no lo podían creer; pero aún así, alcanzamos a despedirnos

-Disculpa por lo de esta mañana. Sé que fui yo quién debió decirte lo de tu cambio de día y que tu vuelo salía hoy temprano y...- ella lo calló con un beso. Él, sorprendido ante lo que la morena había hecho, sonrió y le correspondió

-No tienes nada de que disculparte- le dijo ella y acarició su mejilla-. Ya me tienes aquí, ya me tienen aquí y esta vez, dudo mucho que me vaya- le dijo ella y él sonrió por lo bajo

-Ya te tengo aquí- repitió las palabras de ________-. Por fin- agregó él y besó su frente.

Algo que no podía omitirse en ese momento, era la tranquilidad y la armonía, junto con la felicidad y la serenidad que él tenía porque ella ya estaba a su lado, porque ella había aceptado volver con él, volver a Londres con él, vivir con él y sabía que el resto de las cosas que vendrían en adelante, buenas o malas, también serían con él, y él, estará allí con ella, porque para eso la buscó, para que ella volviera a donde le pertenecía, al lado de él, de Nathan Sykes.

Tomaron la ruta más despejada y corta para poder llegar a casa, o la casa de Nathan, o mejor dicho, su casa. Antes de que se acercaran al vecindario, Natha le pasó una venda para que con esta cubriera sus ojos.

-¿Y esto?- le preguntó ella recibiéndola en sus manos

-Pontela- le pidió él sin despegar su mirada del camino. Ella lo miró extrañada-. Pontela- le dijo de nuevo

-Esta bien- accedió ella-. Pero recuerda que odio las sorpresas

-No será ninguna mala sorpresa- le dijo él tranquilizándola. Terminó de vendarse los ojos y se dejó caer en la silla del copiloto

-No he dicho si mala o buena- le habló ella-. Simplemente, detesto las sorpresas

-¿No confías en mi?- le preguntó él. Ella asintió-. Entonces, ya debes saber que de mi, nunca vendrán malas sorpresas- le dijo él y estacionó su auto afuera de su casa-. ¿No ves nada?

-No- negó ella. Pasó sus manos por sus ojos para confirmar que no lo hacía

-Perfecto- le dijo él y bajó del auto para poder abrirle la puerta a ella y ayudarla a bajar para entrar a la casa

-¿Ya llegamos?- preguntó ella al sentir las manos de Nathan sobre las suyas ayudándola a bajar del auto. Nathan no respondió-. Deberías decirme porque estoy muy nerviosa...

-Tan solo, haz silencio- le pidió él y ella obedeció.

Caminaron hasta la puerta en silencio, él logró abrirla y tomó la mano de _________ para poder guiarla ya que todo se encontraba a oscuras.

-Ya puedes ver- susurró él luego de haber encontrado el interruptor de las luces. Ella obedeció y él encendió la luz-. Sorpre... ¡Ay por dios!- soltó pesado viendo su alrededor. Estaba sorprendido. La sala era un completo desastre. Sus amigos estaban dormidos y era fácil saber el por qué, las canastas de cerveza estaban vacías

-No hagas nada- lo detuvo ella y se abrazó a él-. No sientas rabia con ellos por esto, al menos, pensaron en

hacerlo y eso es lo importante

Dagger, Nathan Sykes. {Novela De The Wanted} Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora