Capítulo 3

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-Ayer que hablamos crei que nunca me llamarías, no pensé que lo intentarías... ¡Hey estas muy palido ¿Estas seguro de hacerlo?!
Jamás había sentido mi cuerpo temblar de esta forma, estaba sudando y estaba tan mareado que en cualquier momento podría vomitar.

-Zuho, no creo que esto sea una buena idea, si Padre se entera seguro que me manda al infierno justo a tu lado.

-¿Qué tendría de malo? el infierno es divertido, tú mismo lo haz visto.

-No, no, no esta bien... Creo que mejor me quedare aquí.

-Oh esta bien, bien... Comprendo.-con uno de sus dedos recorría el filo del escritorio.-Entonces estaría bien... Ya sabes,  ¿Estaría bien que entonces sea yo el que valla a conocer al humano?

-¡¿Que?! ¡¿De qué me estás hablando?!

-Já, lo sabía, te atrapé, codicias al humano.-el muy infame daba saltitos en la mullida cama con edredon de seda blanca y su risita escandalosa hacia eco por todo el cielo.-Pues dejame decirte que ese sentimiento no es muy angelical que digamos.

-¡Guarda silencio! Si te atrapan aquí nos mandaran al infierno para siempre.- susurré furioso.

-¡Oye! Yo vivo ahí y se me hace una falta de respeto que...

-Basta, me volverás loco, ni siquiera se porque soy tu amigo.

-¿Porque tengo swag?
Una sonrisa se dibujo en mi boca.

-¡Ya quisieras!

-Bueno dejando de lado mi swag, dime ¿entonces te animaras por fin está noche o te quedarás aquí, acosandolo como un enfermo ángel codicioso?

-No lo acoso, solo lo cuido ya que ese es mi trabajo por si lo habías olvidado.

-¿Solo a él? Te recuerdo mi querido Chani que tienes una lista enorme de personas a quienes cuidar, pero tú solo lo miras a él, te apuesto que hasta lo acosas cuando se da un baño.

Mi cara ardió tanto que era casi doloroso.
Había sido un accidente, el casi se resbalaba con el jabón, la alarma se prendió y la imagen de él en la ducha apareció en la pantalla.

-¡Oh por belcebú!

-¡Callate! No mensiones a tu papá aquí, tendremos problemas si Padre te escucha.
Dije arrojándole una mullida almohada.

-Ey, no trates de desviar el tema a mi padre o al tuyo. ¿De verdad lo espías en la ducha? Dime, dime, dime.

-¡Solo fue una vez! ¡No pude evitarlo!
Además los humanos son tan tontos que el mayor indice de accidentes en los humanos ocurren en las duchas. ¿Qué debía hacer?

-Pretextos, pero bueno... ¿Qué tal?

-¿Que tal qué?

-Tú sabes... ¿Está bien dotado?

-¿Esta bien dot...? ¡Oh mi padre! Yo... Yo... ¡¿Cómo podría saberlo?!
Sentía mi cara arder, aunque la curiosidad me mataba, jamás fui capaz de mirar mas allá de su espalda.

-Deberías ver tu cara... oh mi estómago... No puedo respirar... Duele.
Se revolcaba en el suelo, mientras de carcajeaba de mí y abrazaba su vientre.

-¿Terminaste?
Cruce mis brazos y fruncí el seño.

-Lo siento.- se levanto mientras se secaba las lágrimas y se sentó como indio sobre mi cama.-Bien ahora siendo serios ¿Irás por ultima vez o solo te seguiras escapando por unas horas para ir a verlo a la tierra?

Yo Soy Tu Ángel. •Rochan•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora