El mar la acuna mientras la luna canta. Mientras las olas mecen su frágil cuerpo, su alma danza con los peces.
Nunca sintió tanta paz como al soltar su última bocanada de aire, como al deshacerse de toda emoción, como cuando se fusionó con la naturaleza.
En su mente nada cual delfin pero entre las nubes, alcanza con el dorso de la mano a tocar el rostro del sol y corre por el lecho marino sin destino.
En sus sueños ella navega el espacio es su barco pirata, duerme entre luciérnagas y medusas, habla con la luna del amor.
En su imaginación ella es libre y así quiere ser cuando el último resquicio de vida abandone su cuerpo, así desea ser cuando su último aliento se pierda en el aire.
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Susurros de corazones rotos y poemas de media noche.
PoesíaNo importa cómo o por qué, importa el qué. ¿Qué pasó? ¿Qué se sintió? ¿Qué?