Tan Lejos Y A La Vez Tan Cerca { Wrightworth }

Mamá...¡¿YO?!

Edgeworth P.O.V

Hoy había sido un día largo a la par que agotador, pero todo tiene su lado bueno, y el lado bueno de este día fue mi hija Pearl y su sonrisa retornando a su cara poco a poco. Tomamos el último tren que pasaba por la aldea. Pocos minutos después de tomar el tren, Phoenix y Pearl, quienes se sentaron al lado de mi, cayeron dormidos, quedando sus cabezas la de Phoenix apoyada en mi hombro y la de Pearl apoyada en mi brazo. Suspiré feliz. Maya me miró intentando contenerse la risa. Por fin llegamos a la parada, no me quedó de otra que despertar a Phoenix, quien me dió un beso desde que abrió los ojos...Ahg, ¿como es tan tierno?...Cargué a Pearls en brazos hasta llegar a casa, la acosté en la cama y salí silenciosamente de la habitación.

Ph- *bosteza* Me voy ya a la cama...Allí te espero, Miles ♡
E- Allí me tendrás, Phoenix ♡.

Phoenix fué vagamente hasta la habitación que compartía con Edgeworth.

M- Bueno...Ha sido un dia largo...Creo que me iré a dormir ya...Hasta mañana, Edgeworth.
E- Dulces sueños, Maya.

Me levanté de la silla, fui a cambiarme a la habitación, me puse el pijama y pasé por en frente de la habitación de Pearl. Estaba tranquila, durmiendo, con una sonrisa preciosa en la cara...Ahora es mi "hija"...Le he cogido cariño muy rápido...Entré a su habitación sigilosamente, sonreí y le di un beso en la frente.

E- Buenas noches, pequeña
Pe- ...Buenas noches...Mamá...
E- (Acaba de llamarme....¡¿Mamá?!)

Edgeworth se sonrojó a mas no poder

Ph- ¿Y a mi no me vas a dar un beso de buenas noches, mamá?♡
E- *sale poco a poco del cuarto* A ti te doy lo que me pidas, Papá ♡.
Ph- Ajá...Interesante ♡...Mañana veremos eso...Ahora estoy agotado. Vamos, a la cama.
E- A sus ordenes ♡.

Phoenix tomó mi mano y me llevó hasta la habitación. Nos recostamos en la cama y desde ese día, nuestra vida cambió totalmente, ahora teníamos una hija, ahora teníamos algo que nos unía mas que nada.♡

Al despertar, eramos los hombres mas felices y afortunados del mundo. Pearl estaba a nuestro lado al despertar, en mi mesa de noche había una taza de té caliente, en la de Phoenix un café.

Pe- ¡Lo he preparado yo todo, Mamá!
E- Oh, Pearl, no tenías que molestarte ( Ha vuelto a llamarme mamá... )
Pe- No es molestia...¡Vaya! ¡Parece que a papá le ha gustado el café!

Al girarme hacia Phoenix tenía una sonrisa de oreja a oreja y las pupilas en forma de estrella.
Pegué un sorbo al té que me había preparado Pearl...Sinceramente...No había probado un té mejor en toda mi vida...♡

Pe- ¿Te ha gustado, Mamá?
E- Me ha encantado, Pearl, es fascinante.

Phoenix tomó a Pearl en brazos, se acostó en la cama y mantenía a Pearl en alto.

Ph- ¡Esa es la niña de Papi!

Pearl empezó a reirse, seguida de mi risa. Y ahí estaban, ellos dos juntos, los motivos de mi sonrisa, los motivos por los cuales merece la pena luchar. En ese momento, me sentí el hombre mas afortunado del mundo.