Boku no hero [escenarios]

[Todoroki Shouto x Oc]

Peleas.

Kaede refregó su mano nerviosa, consciente de los enfrentamientos que se llevaban frente a ella y del tal apático nombre que figuraba en la pantalla de peleas.

Bakugou Katsuki vs Kaede Yonasora.

Uraraka soltó una palmeada en su espalda.

—No te preocupes Kaede-chan —Musito recordando su anterior pelea con Bakugou hace años atrás, exactamente dos. —Bakugou no es tan temible como lo parece.

Kaede no lo creía así. Había visto muchas veces como el más explosivo de la clase 1-A había derrotado a muchos oponentes fuertes, sin ayuda y con una gran facilidad que le parecía estar viendo a un demonio frente a ella.

Ella en cambio, bueno... no era gran cosa.

—Gracias Uraraka...

Kaminari no midió el sonido de su voz.

—Estas muerta Kade-chan.

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Suspiro flexionando sus piernas, lista para que el conteo fuese definitivo. Esperaba que tuviese el coraje necesario para plantarse frente a el rubio, plantar cara y quizás, solo quizás, no sufrir una derrota tan patética. En cambio, la puerta sonó, demostrando al híbrido bastante molesto.

—No lo harás.

La Yanosora frunció el ceño. Extrañada de que su extremo y cauteloso novio interrumpiera el hilo de sus pensamientos.

—¿De qué hablas? —Pregunto, dejando que su cabello cayera por sus hombros con total claridad. No le basto ver la mirada del heterogéneo para decir que estaba preocupado, más cuando su chica luchaba contra el bastardo explosivo.

—Sobre la pelea.

—No puedes decidir eso —corto la oración, planeando de veras, escapar de la lucha—no tienes derecho.

Todoroki no dijo nada, aun cansado por su anterior batalla con el héroe Tsukuyomi.

—Si así fuera... si escapara de esta lucha, no podría ser considera héroe, ¿verdad? —Trato de hacerle entender, imitando a la perfección los discursos que Izuku siempre daba. Esa acción le llego al corazón a Shoto que, como era usual en él, revolvió sus cabellos suavemente.

Su Kaede sería una gran heroína.

—Solo cuídate. —murmuro, siendo para nada cariñoso en sus caricias, aunque Kaede lo prefería así, de todas formas, sabía que aquel chico no podía vivir sin ella.

—Lo tendré.

(...)

—¡Bakugou Katsuki pasa nuevamente a la final, con un poder devastador de explosión! ¡Yeah! Pero no olvidemos a la dulce Kaede quien lo dio todo en esta batalla, ¿Qué opinas Aizawa?

—Kaede se defendió hasta que no pudo más, realmente esa chica nos sorprendió con sus ataques y su agilidad. Dio mucho de qué hablar.

—¡Y miren lo linda que es! ¡Hasta con golpes realmente se luce en esta lucha!

(...)

Katsuki chasqueo la lengua al solo escuchar señalar los bonitos atributos que tenía la chica a su lado, sin ni siquiera concentrarse en su poder destructivo.

—Fue una buena pelea —sonrió tendiéndole la mano al rubio que la acepto con mal gusto. Aun con golpes y quemaduras leves podía seguir luchando. Realmente su Quirk le daba mucha resistencia para ese tipo de situaciones.

Izuku y compañía se pusieron a gritar en las gradas. La batalla había sido sin igual, con muchos golpes y estrategias que no podían salir de la mano de una chica como Kaede, pero que a muchos había emocionado o encantado.

En cambio, la peliblanca quería una siesta, una bien larga.

—Lo hiciste muy bien Kaede-chan, estuviste increible. —Celebro Uraraka en la enfermería, aclamando el nombre de la chica junto a sus habilidades. Esta se sonrojo igualmente.

—Aun no puedo creer que le hayas dado un golpe a Kacchan, Kade-chan. —Murmuro Midoriya rebuscando entre sus cosas y anotar en su querida libreta, como hace años hacía, las habilidades de la peliblanca.

—No me halaguen tanto, aun así, perdí. —Midoriya negó fuertemente con la cabeza.

—¡¿Pero de que hablas?! ¡Esa patada giratoria y esos ataques! —Grito señalando sus ataques.

Uraraka sonrió coqueta tomando de la mano al peliverde quien se sonrojo fuertemente, al punto de causarle una falla cerebral.

—¡Nosotros te dejamos aquí Kaede-chan! —Chillo antes de irse por la puerta. La peliblanca se alzó de hombros, aunque luego supo posteriormente la desaparición de sus amigos.

—¿Cómo estás? —Pregunto Todoroki tomando asiento, mirando las pequeñas quemaduras que tenía en su brazo, acariciándola con su mano derecha.

Kaede sonrió orgullosa.

—¡Muy bien!

Todoroki sonrió igualmente orgulloso.

—Muy bien pequeña heroína.