Seré invisible por ella

(Final) "No puedo ser invisible"

Lo intente. Planee tantas cosas con Miroku y Kikyo para ser invisible en esta escuela, pero al final del día siempre quedaba como el chico genial que hace estupideces en la escuela. Y yo estaba triste; triste porque sólo pensaba en lo infeliz que soy.

-Vamos. —Miroku me dio unas palmadas en mi espalda. —No es tan malo.

-Lo es. —Afirme. —Yo no quiero a Kagome en este ambiente.

-¿Nuestro ambiente?

-¡Sí!—Me cubrí el rostro con mis manos. —Aquí sólo juzgan y tratan de destruir a la otra persona. No quiero eso para ella.

-Yo también te quiero. —Bufo el moreno.

Olvidaba que hablaba también con un chico "popular" pero él es mi mejor amigo y me ha ayudado en todos mis planes, sin contar que me deja dormir en su casa cuando Kagome me rechaza y yo quiero llorar hasta el amanecer.

Miroku se sentó en su cama y me miro, su sonrisa apareció en sus labios y me indico que también me sentara. Lo obedecí y me coloque alado de él, quien de inmediato comenzó con su discurso.

-Inuyasha, ¿no has pensado que es mejor sólo seguir siendo los mismos?

-¿Eh?

-No es necesario que seas invisible en esta escuela. —Se quedó callado unos segundos. —Sólo debes amarla y nunca dejar que le hagan daño.

¿Cómo en los libros que ella lee? Puede ser cierto, pero él también necesitaba esa paz interior. Una que podía asegurarse que Kagome no sería atacada y podría ser feliz a su lado. Sin dramas.

-La quiero. —Confesé sin vergüenza. —La quiero tanto que quiero pertenecer a su mundo.

-Idiota, los dos son humanos y del planeta tierra. —Rio Miroku.

Rodé los ojos, molesto. Este pendejo que salía con sus bromas.

-Lo sé, pero me siento tan alejado de ella. Como si una pared invisible me apartara.

-¿Desde cuándo te convertiste en alguien tan ridículo?

-Cuando me hice tu amigo.

...

Bieeeen...Soy un idiota. Tu mamá lo sabe, mi perro lo sabe, mi abuelita lo sabe, tu tía pancha lo sabe, el señor de la tienda lo sabe...Todo el mundo lo sabe.

Kagome cruzo los brazos y trato de no golpearme, y por la vena que resaltaba en su frente, sabía que estaba haciendo un gran esfuerzo.

-Explícate. —Exigió.

-Sólo quería ser invisible.

-¡Tratar de esconderte bajo la mesa, no es ser invisible!—Señalo nuestra mesa de Química.

Baje la mirada, mordí mi labio inferior enojado; enojado conmigo mismo. No puedo creer que soy tan idiota, que cualquier plan es perfecto para mí.

-Lo siento. —Dolía, tanto que mis manos se formaron en puños y pude sentir mis lágrimas a punto de caer. —Lo siento.

Kagome miro a sus lados, no entendía su expresión pero me sorprendí cuando su mano toco mi mejilla. Sonrió.

-Lamento haberte gritado.

¿Cómo no amarla?

-Perdón.

-¿Por qué?—Aparto su mano y m prestó total atención.

-Por no poder ser invisible.

Entonces...Ella rio, realmente empezó a reír y ese sonido fue como mil veces ser abrazados, besado...amado por ella. No entiendo cuando sucedió, ni por qué sigo aferrándome a la idea de estar con ella—ser invisible—protegerla ante todo, pero creo que no era necesario.

Kagome Higurashi es perfecta sola. Y no merece ser escondida en la oscuridad, debe ser presumida por el mundo.

La chica agarro mi brazo y negó con la cabeza divertida. —Taisho, es imposible para ti ser invisible.

-Pero. —No pude continuar porque el dedo de Kagome me interrumpió.

-Y me gusta ver como brillas ante todos. —Alzo los hombros. —Es lindo ver como sonríes por los pasillos.

Sentí mi rostro arder y mis lágrimas bajar por mis mejillas. Pero no me sentí patético, sino lo contrario, fue como ganar una batalla que pensé haber perdido.

-Te ves hermosa riendo. Valió cada segundo de mi patética vida para apreciar eso.

-Creo que estas exagerando. —Hizo una mueca graciosa.

Alce los hombros. —Tal vez, pero no me importa.

Kagome suspiro, pero no aparto su mano de mi brazo.

-Eres un drama queen.

-Por ti baby, sería batman. —Le guiñe un ojo.

Sonreímos. Cómo cómplices de un crimen.

-¿Ya dejaran de ser cursis y se sentaran?—La maestra nos miró y señalo nuestro lugar.

Empezamos a reír.

FIN